La indecisión es peor que la traición en Game of Thrones

La lucha por el poder siempre tiene un precio, y el fantástico mundo de Game of Thrones no escapa a la regla. Esta semana la serie volvió a hacer un ping pong de personajes, mostrando aquellos que la semana anterior no tuvieron oportunidad de figurar, y una vez más, decidió seguir al frente con los personajes más fuertes que tiene la historia.

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La indecisión es peor que la traición

Por no decirlo de otra forma, el capítulo comenzó con el despreciable de Theon Greyjoy ( Alfie Allen). Digo despreciable porque no sé que otro adjetivo calificativo merece este personaje. Verdaderamente lo encuentro desagradable y lo odio. Desde luego a esta altura ya estamos al tanto del acto de traición que está llevando a cabo Theon, lo cual lo convierte en más cobarde de lo que realmente es. La forma de apropiarse del lugar que una vez fue su hogar, y de las personas que alguna vez llamó familia, da bronca.

Además, ni siquiera tuvo la decencia de brindarle una muerte digna a Ser Rodrik, que no lo pudo matar de un solo golpe. Pero lo peor de todo era ver la falta de convicción de Greyjoy en toda y cada una de las decisiones que tomaba, dejándose doblegar por sus hombres como el más débil de todos ellos. Y todo esto para ser aceptado, para recuperar el afecto de su padre y el respeto que él cree que debería tener por el sólo hecho de ser un “príncipe”.

Luego en un corte bastante abrupto, nos alejamos más hacia el norte, más allá del muro donde Jon Snow ( Kit Harrington) también parece haber tenido algún que otro problema para blandir su espada. El pequeño grupo de hombre continuó adentrándose en la nada para encontrarse con unos salvajes. Esta situación dio pie para introducir a Ygritte ( Rose Leslie), cuya vida dependía de la inseguridad de Jon, quien vaciló bastante tiempo antes de ejercer tal nivel de violencia contra una mujer.

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Aquí llegamos al punto de partida de lo que se perfila como un “romance” entre, el bastardo y la salvaje. A pesar de las pocas líneas de la chica, se la vio con bastante personalidad, algo ruda, pero el con el toque femenino necesario que toda “damisela en peligro” requiere. Y en cuanto a Jon, hasta ahora tiene bajo control a Ygritte, pero es cuestión de segundos de que la deje libre y se ponga a sus pies.

Le tomó bastante tiempo decidir si matarla o no, pero no le tomó tanto acurrucarse junto a ella, cuando ésta le advirtió que probablemente morirían congelados. Que alguien me diga si no vio la sonrisa traviesa en el rostro de ella, muy buena táctica por parte de la colorada. Además fue algo cómico ver a Jon fuera de su elemento, completamente vulnerable (sabemos que las chicas no son su fuerte). La verdad es que me alegro por él, siempre me ha parecido uno de los personajes más solitarios, y por el que he sentido pena desde el comienzo de la serie, ya era hora que algo bueno le sucediera.

Imagen HBO LA Press

Las cosas comienzan a complicarse

De regreso en King’s Landing, el descontento social se hace sentir. La creciente ineptitud de Joffrey ( Jack Gleeson) para gobernar está tan expuesta como él, por no mencionar su apática presencia en medio de la multitud, y su incapacidad de pensar siquiera un segunda antes de actuar. Esto provoca que su insolente comportamiento inicie una revuelta en plenas calles de la ciudad, justo cuando gran parte de la corte se dirige de regreso al castillo. Una vez a salvo, Tyrion ( Peter Dinklage) se encarga de darle otra lección a su sobrino, y lejos de ser gracioso o sarcástico le grita y le pega de forma muy satisfactoria, dejándolo casi al borde del llanto. 

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Hablando de llanto, me gustó mucho la parte en Sansa ( Sophie Turner) le dijo que lo había visto derramar lágrimas una vez y cuando él le preguntó que qué había dicho, ella le responde que había visto a su hermano pequeño llorando. Interesante el personaje de Sansa, especialmente porque la vamos a ver cambiar a lo largo de la historia. Pero aún y todo, ella se encuentra bastante sola e indefensa, y por poco no termina peor de lo que está. 

A punto de ser violada, el Perro hizo su heroica entrada matando a todos y cada uno de los hombres a su paso, y puso a la “princesita” a salvo. Es bastante obvio el afecto que le tiene a Sansa, especialmente cuando regresa y le dice a Tyrion, “no lo hice por ti”. El Perro es otro personaje que llama la atención porque tiene esa forma casi brutal de actuar, pero sin llegar al punto de perder su temperamento. Como que tiene más sentido de lo que está bien y está mal. 
Las complejas personalidades de los personajes es algo que está muy bien trabajado en la serie. Justo cuando pensamos que conocemos a alguien, en realidad resulta que no sabemos nada de ellos. 

Los planes de Daenerys ( Emilia Clarke) avanzan de forma lenta, y a esta altura, yo diría que están un poco frustrados. Ya me estoy aburriendo con ese discurso de que “con sus dragones va a quemar todo y va a recuperar lo que le pertenece con fuego y sangre”. Ya hemos escuchado eso varias veces, inclusive después de que The Spice King (Nicholas Blane) le diera una explicación muy racional de porque no le va a ceder su flota.

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La realidad es que Daenerys no posee recursos, no tiene dinero, no tiene ejército, y bueno, tenía tres dragones. La desaparición de estos preciosos animalitos era cuestión de tiempo. Criaturas mitológicas que hace siglos que están extintas, y ella los pasea como si fueran bebes, vanagloriándose de lo que va a hacer con ellos cuando crezcan. 

Imagen HBO LA Press

Tras varias victorias alcanzadas, Robb Stark ( Richard Madden) se da el lujo de seguir coqueteando con Talisa ( Oona Chaplin), la mujer que vimos unos episodios atrás que no vaciló ni un minuto en amputar el miembro de un soldado. Todo iba a bien hasta que llega Catelyn, y lo que siguió a continuación, fueron las noticias provenientes de Winterfell, advirtiendo cuál es la situación actual y sobre todo la inminente traición de Theon.

Mientras tanto en Harrenhal, Arya ( Maisie Williams) trata de no ser reconocida por Littlefinger ( Aidan Gillen), quien le hace una visita a Tywin ( Charles Dance) para convencerlo de hacer una alianza con los Tyrell. Lo mejor de todo es ver cómo se va desarrollando la extraña relación entre Arya y Tywin. Ambos han demostrado ser muy astutos. En cada nueva escena entre ellos, vemos que papá Lannister está más intrigado por el origen de la niña que lo sirve, y a la vez, vemos como ésta se cuida con lo las respuestas que le da a su nuevo señor

Cualquier paso en falso podría significar lo peor para Arya, o para el resto de los miembros de su familia. Esto ya lo he mencionado en reiteradas ocasiones, pero sin duda las mejores actuaciones del show provienen de estos personajes. Jaqen H’ghar ( Tom Wlaschiha) vuelve a tachar otro nombre de la lista, y tan sólo queda uno para saldar la deuda.

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Sólo cuatro episodios, y todo parece indicar que la serie va camino a un gran final de temporada. A esta altura cualquier intento de comparación con los libros, poco sentido tiene, ya que, para aquellos que ha leído, varias cosas han sido modificadas. En fin, un gran episodio. Pero aún queda bastante por recorrer, y el camino hacia el trono es largo, y cualquier precio a pagar por él, no se compara con el costo de perderlo.