La guerra política en House of Cards [Crítica 1x06]

La presión en House of Cards es cada vez mayor y el margen de error para Frank Underwood ( Kevin Spacey) es mínimo. Llegados al ecuador de la primera temporada, podemos decir que ya están las cartas encima de la mesa y las líneas del plan maestro de Underwood esbozadas.

Enfrentamiento

Frank tiene en su contra a toda la unión sindicalista de profesores que, indignados por las mentiras de éste, sacan el hacha de guerra ante la reforma en educación. Underwood se responsabiliza para sacar adelante el proyecto en una semana, pese a las indecisiones del presidente.

El enfrentamiento con el jefe de la unión sindicalista, Marty Spinella ( Al Sapienza), obliga a Underwood a sacar todo su repertorio de triquiñuelas varias. En este episodio vemos por primera vez a un Underwood superado por las circunstancias, sin capacidad de reacción en momentos clave como el debate televisivo. Para el espectador resulta satisfactorio ver a Underwood cometer errores, indeciso y desprovisto de soluciones. El personaje gana muchos enteros cuando advertimos que es humano y también puede equivocarse.

El debate

Su irrisoria aportación en la contienda televisada por la CNN es objeto de todo tipo de mofas en la red. El orgullo de Underwood se ve sacudido y tocado, una cosa es hacer el ridículo de puertas adentro, otra muy distinta es hacerlo ante las cámaras y contra tu mayor enemigo del momento. Sin tiempo alguno para descansar, Frank se repone de la derrota para tratar de remontar el duelo. Ciertamente ha perdido una batalla, pero la guerra aún está por decidir.  

Parece mentira que suframos cuando Underwood se queda sin palabras en pleno prime time. Al fin y al cabo sabemos que mintió al sindicato, que su proyecto de ley perjudica a los funcionarios públicos y que ha manipulado hasta la extenuación a todo aquel que se ha interpuesto en su camino. Pero, muy a nuestro pesar, el carisma del personaje nos tiene conquistados, la complicidad que sentimos cuando habla a la cámara nos ha llevado a desearle lo mejor al gran villano de la serie.

Estrategias

Idear que alguien tire un ladrillo a tu propia casa, provocar hasta el límite a tu adversario, insultare, ningunearle…  Todo tiene cabida en el ideario de Underwood para sacar a Spinella de sus casillas e inducirle a cometer cualquier error. Ciertamente Spinella es el adversario más rocoso que ha tenido Underwood hasta el momento, pero esperamos que en próximos episodios se encuentre con tiburones más voraces.

Por el otro lado, Peter Russo ( Corey Stoll) acepta la proposición de Frank para ser candidato a gobernador de Pennsylvania. Recobrado de sus problemas con el alcohol, nos encontramos con un hombre nuevo, que se muestra ilusionado y motivado por un gran objetivo. Veremos si con el tiempo Underwood no tiene que arrepentirse de confiar en un hombre que tiene un largo historial de adicciones y polémicas en su espalda.

Las féminas

El personaje de Claire ( Robin Wright) va adquiriendo una mayor dimensión conforme avanzan los capítulos. Personaje complejo que vamos conociendo poco a poco, muchas de las acciones que realiza resultan intrigantes y desconcertantes. Me gustaría ver las caras de incredulidad de más de uno cuando ésta pone su mano bajo la sábana del pobre guardia moribundo. En cambio, la presencia de Zoe Barnes ( Kate Mara) ha disminuido notablemente en este capítulo y su evolución como periodista parece que perderá peso en la trama.

Nos encontramos justo en la mitad de la primera temporada, tiempo para pararse y reflexionar sobre el devenir de la serie. La calidad es indiscutible y podría llevar el sello de la HBO perfectamente. El reparto es talentoso, destacando a un Kevin Spacey sobresaliente, y el argumento político consigue engancharnos. El único ‘pero’ que le ponemos es la lenta evolución argumental, esperamos que en su recta final metan la quinta marcha y consigan hacernos vibrar como en el brillante episodio piloto.