Después de dos temporadas casi completas y a tan sólo un episodio del final, Blackwater debe haber sido uno de los capítulos más esperados de todos. A lo largo de toda esta adaptación se han presentado meras insinuaciones y pequeños atisbos de combate, pero en esta ocasión Game of Thrones dedicó una hora entera a la Batalla de Aguasnegras.
La guerra llega a Game of Thrones [Crítica]

Hay que reconocer que para ser una serie de televisión y contar con presupuestos menos colosales que los de las grandes producciones de Hollywood, se las han arreglado de la mejor manera para montar una gran escena de batalla. Al punto que hubo gran similitud con la batalla del Abismo de Helm del Señor de los Anillos: Las Dos Torres. Más que similitud, yo diría que tuvieron mucha inspiración en la adaptación de Peter Jackson, pero bueno, eso es tema aparte.
Ya he resaltado en otras ocasiones como en cada episodio la serie va haciendo un recorrido de un punto a otro del mapa, actualizando cuál es la situación del inmenso número de personajes que habitan este universo fantástico creado por Geroge R.R.Martin. Pero no esta vez.
Esta vez pudimos ver que el foco de la serie estuvo puesto en King’s Landing y toda la acción trascurrió en el mismo escenario. Cosa que me pareció de lo más acertada, ya que de lo contrario se habría perdido toda la tensión del momento.
Esta semana, Tyrion ( Peter Dinklage) volvió a demostrar que es un gran estratega y un líder digno de comandar un ejército, y Stannis no salió del todo victorioso en su aventura de conquista. Por su parte, el rey Joffrey hizo una estupenda salida, digna de un cobarde, y el Perro se revela.
La dulce espera
Las cosas no se dieron a la ligera en este episodio. La preparación y la espera por la llegada de Stannis se jugaron su buena porción de tiempo, lo cual permitió sentar el clima de perfecta tensión y la reacción de varios personajes claves en la historia. Además, el ambiente de incertidumbre y de miedo que se vivió por unos instantes en toda la Fortaleza Roja, nos mantuvo bastante expectantes a ver qué venía a continuación. Así que en lo que respecta a atmósfera, excelente!
Tyrion y Shae ( Sibel Kekilli) pasan un tiempo juntos, mientras Cersei trata de deshacerse Pycelle ( Julian Glover) después que éste le deja un franquito con jugo de belladona, en caso de que las cosas se salgan un poco de control. Joffrey ( Jack Gleeson) se prepara para su gran hazaña bélica, pero se detiene un momento para despedirse de Sansa ( Sophie Turner), obligándola a besar su nueva espada, que parece destinada a quedar tan brillante como cuando fue forjada.
Por su parte, los hombres de la guardia, como Bronn ( Jerome Flynn) pasan la última noche bebiendo y rodeados de mujeres antes de partir a la guerra. Inclusive Sandor “el Perro” Clegane ( Rory McCann), se une a la “celebración”, aunque un entrecruzamiento de palabras casi termina en un enfrentamiento entre ambos. Sin embargo, “salvados por la campana” ya no hay tiempo ni desenvainar la espada.

Tal como lo menciona Varys ( Conleth Hill), las campanas son señal de horror, y suenan tan fuerte que lleva a Davos ( Liam Cuningham) a ordenar a sus hombres a tocar sus tambores, en señal de respuesta.
A medida que la flota de Stannis avanza de a poco en la bruma de la noche, no hay señales de ningún barco Lannister. Es allí cuando vamos viendo que la ansiedad crece en torno a ambos bandos. De a poco un navío solitario pasa cerca de la formación de Stannis, derramando una sustancia verde (fuego valyrio). Bajo la orden de la Mano del Rey, Bronn lanza su flecha, y una explosión con llamas verdes por doquier, comienza a devorar a la flota de Stannis.
A pesar de la destrucción, Stannis convoca a los hombres que han quedado en pie y desembarcan en la costa encontrándose cara a cara con la guardia de la fortaleza roja listos para entrar en combate.
A medida que el choque de espadas se hace sentir, Cersei, Sansa y un grupo de mujeres y niños aguardan en una habitación junto a Ylyn Payne ( Wilko Johnson), que está allí para matarlos a todos en caso de que el ejército Baratheon cumpla su objetivo. Creo que algunos de los mejores momentos del episodio vinieron de la mano de Cersei ( Lena Heady).
En las últimas semanas hemos visto que la reina no posee mucho tacto al hablar de ciertos temas, especialmente con Sansa. En esta ocasión Cersei pasó gran parte dando lecciones a la joven Stark, pero siempre muy cuidadosa de hablar en tiempo condicional, ya que de ninguna manera da por sentado que va a contraer matrimonio con su hijo. Incluso, se lamentó de como su crianza fue muy distinta a la de Jaime, y como fue entregada a Robert Baratheon como ganado. Por supuesto que estas semblanzas sobre su pasado no salen a la luz por mera voluntad de Cersei, el vino la ayudo un poco.
A medida que el tono de Cersei se vuelve cada vez más pesimista, manda a llamar a Joffrey para que lo retiren de la batalla, y quede dentro de los confines del castillo. Gran actuación de Heady esta semana.

Afuera, el Perro hace sus sangrientas hazañas cuando de repente decide mandar todo el diablo, inclusive al Rey, y abandona el campo de batalla como si nada. Con su ausencia, seguida de la de Joffrey, queda claro que Tyrion va a comandar a los hombres y a dar lo mejor de sí para defender King’s Landing. Con un poco de incentivo moral, se las apaña par que los hombres lo sigan en combate. Utilizando el mapa que le dio Varys, Tyrion conduce a los hombres a través de los túneles de la ciudad y así lograr un sorpresivo ataque a los enemigos que estaban tratando de quebrar la entrada a la fortaleza.
Lamentablemente Tyrion queda muy mal herido. Pero antes de caer, visualiza que otro ejército se avecina a la estrada. Sin poder reconocer de quién se trata, cae inconsciente y nos deja con el peor de los pensamientos.
Dado el enojo de Stannis, podemos presumir que las fuerzas recién llegadas no vienen a colaborar en su lucha. Así, Blackwater va termina con una escena de Cersei sentada en el Trono de Hierro junto a Tommen ( Callum Wharry), a punto de darle un misericordioso fin a su hijo más pequeño, cuando papá Lannister ( Charles Dance) hace su entrada triunfal con su nuevo aliado de turno, Sir Loras Tyrell. Gracias a la nueva alianza arreglada por Littlefinger, Tywin se da el lujo de adjudicarse una nueva victoria y mantener el trono para los Lannister.
El enfoque de Game of Thrones en un solo evento me pareció una decisión de lo más acertada. En especial cuando toda la segunda temporada se estuvo construyendo en torno a este evento en particular: la Guerra. Creo que la cantidad de personajes que presenta la historia no constituye una fortaleza en sí misma para el programa, esto teniendo en cuenta si hablamos en términos de adaptación televisiva. Y la verdad es que, a pesar de que hay personajes que me parecen muy interesantes, no los extrañé. Tal vez sería una buena estrategia hacer más cantidad de episodios, de menor duración, y enfocándose más en uno o dos sucesos a la par.
Valar Morghulis es el episodio final de la segunda temporada, en el que seguro volveremos a retomar a todos los personajes, y además contará con un poco más de duración que el resto de los capítulos.






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