La Bella y la Bestia: una nueva versión del clásico, que reluce en sus pequeñas diferencias [Reseña]
En general, la experiencia con los remakes de películas animadas ha sido en su mayoría más mala que buena. Y es que muchas veces nos quedamos con la imagen de la película original, y es muy difícil sacarnos esa mochila para ver la nueva historia sin prejuicios ni expectativas de ver lo mismo.
Al conocer la noticia de que La Bella y la Bestia sería llevada al cine nuevamente y con actores de carne y hueso, la emoción de revivir una de mis películas favoritas de la infancia fue enorme. Pero todo vino acompañado del miedo de lo que "podrían hacerle" a la cinta original, y de que no fuera nada de lo que esperaba.
Lo cierto es que, afortunadamente, me llevé una positiva sorpresa tras ver La Bella y la Bestia.
No es más de lo mismo
Una de las primeras cosas que se nos vino a la mente cuando nos enteramos de esta nueva versión del clásico animado es que veríamos lo mismo, pero con mejores efectos, y con una estética más moderna. Lo cierto es que La bella y la Bestia es más que eso: si bien la historia es respetada y no tiene demasiados cambios, hay nuevos elementos y detalles que la hacen tan disfrutable como la versión original.
Es una historia que prácticamente todos conocemos de memoria, sin embargo, tiene un aire diferente y logra cautivarnos como si fuera la primera vez que sabemos de ella. Es que los productores jugaron con la historia y le dieron algunos nuevos toques, pero todo transcurre con naturalidad y nada parece forzado. ¿A qué me refiero con esto? Bueno, uno de los aspectos es el personaje de LeFou ( Josh Gad), quien en esta nueva versión es abiertamente homosexual, intentando explicar esa relación que lo une tan fuertemente a Gastón en la versión original.
Además, hay algunos otros guiños a la comunidad LGTB, que funcionan bien dentro de la película.
Otro detalle que creo que es bueno resaltar es la inclusión de la historia de la madre de Bella. Muchas veces, cuando pensamos en las películas de las princesas de Disney, notamos que la ausencia de los padres es recurrente, y pocas son las veces en las que se brinda información al respecto, y del pasado de los personajes en general. En ese aspecto, creo que esta película llena ese espacio en blanco, y nos cuenta qué es lo que realmente sucedió con la madre de la joven. Sin dudas, uno de los momentos emotivos de la cinta, y que enriquece la historia original.
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La película se destaca mayormente en lo visual: el vestuario de todos y cada uno de los personajes (que vale la pena decir que todo fue hecho con materiales ecológicos), la escenografía y otros aspectos estéticos, realmente, me cautivaron. Es interesante ver cómo se juega con la vestimenta de Bella, y algo que puede enojar a muchos fanáticos, como que los vestidos no son la copia de los originales, a mí me resulta bueno. Lo importante es que la referencia al vestido amarillo tan iconico de la película está presente, y es genial.
Puede ser que en lo que respecta a los efectos más técnicos no haya sido algo destacable, pero han hecho un buen trabajo y eso se notó. En cuanto a las personas/objetos también hicieron una buena tarea, aunque debo decir que quedé un poco decepcionada con Chip y Mrs. Potts, que no están a la altura de los conocidos personajes animados. Y si hablamos de la Bestia, no es algo que nos deslumbre, podrían haber hecho algo mejor con su personaje, pero tampoco lo veo como algo negativo.
De todas maneras, lo relevante es que los efectos especiales no arruinaron la esencia de la historia bajo ningún punto de vista. Creo que en eso, la nueva Bella y la Bestia tiene puntos a favor.
Las interpretaciones
Emma Watson es una excelente actriz, eso lo sabemos todos. Tiene esa capacidad de hacernos enamorar de cada uno de los roles que interpreta. Y si tenemos en cuenta que este personaje ya se ha ganado el corazón de todos, era imposible pensar que pudiera irle mal. Lo cierto es que me gustó: Emma es la actriz perfecta para el papel, dada su particular personalidad. No puedo imaginarme a otra en su lugar después de haber visto la película. Y sí, canta bien.
En cuanto a Dan Stevens, es un poco más complicado. En verdad, los momentos en los que aparece como Bestia son buenos, y me gustó cómo lo interpretó. Ahora, en su parte final como príncipe, cuando todas las luces se apagan y se van todos esos pelos, no estuvo tan bien. De todas formas, es apenas una pequeña parte, y no afecta el balance de su interpretación de la Bestia.
El resto del reparto colmó mis expectativas. Luke Evans como Gastón y Josh Gad como LeFou son geniales, ese dúo le saca varias sonrisas al público y llevan la personalidad de cada uno a la perfección. Luego, el resto de los actores que le dan vida a los objetos encantados del castillo son fantásticos, y es imposible no hacer un reconocimiento a Ewan McGregor como Lumiere, no solo porque es mi personaje favorito, sino porque hizo también un muy buen trabajo.
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Creo que en nuestras mentes es imposible sacar del primer puesto a la película original, pero la nueva versión de La Bella y la bestia ha quedado bien parada. Es quizá más humana en su sensibilidad, más inclusiva y representativa del mundo actual, y nos ofrece un espectáculo visual entretenido, y cómico por momentos. Pero si lo que realmente quieres es salir de la rutina para ver una película que te transporte al mundo mágico de tu infancia y te haga olvidar de todo por un momento, entonces solo tienes que ir al cine y disfrutar de esta nueva versión de La Bella y la Bestia.