How I Met Your Mother: no más sorpresas [Crítica 9x12]

El nuevo episodio de How I Met Your Mother, estrenado el domingo, dejó patente que la serie ya no tiene más recursos para sorprendernos. Si la serie fuera un rompecabezas, The Rehearsal Dinner sería la pieza esquinada: agrega a la imagen final pero podría estar ausente y nadie lo notaría.

El mismo molde

Como mencioné anteriormente, ya no hay sorpresas en HIMYM. El capítulo se basa en un flashback continuo, una de las marcas de identidad de la serie, de Barney ( Neil Patrick Harris) relatando el devenir de los acontecimientos hasta su encarcelamiento en el local de Laser Tag.

No hay ninguna sorpresa al respecto. Después de nueve temporadas, el espectador ya puede anticiparse a un giro de tuerca radical sobre el final del capítulo. Inclusive puede prescindir de la primera pista que da el episodio: el cartel de Laser Tag Farhampton que intencionalmente cubre un letrero por encima.

Lamentablemente, esta información es innecesaria cuando el guión repite el mismo molde una y otra, y otra vez. Al igual que en The Final Page y The Bro Mitzvah, los guionistas nuevamente recurren al recurso de darle un giro inesperado al final, bueno, no tan inesperado. Por lo tanto, no sería sorpresa que el espectador pueda anticiparse a esta resolución una vez que el episodio se pone en marcha.

Lo mejor del capítulo

De todas formas, The Rehearsal Dinner entretiene y cuenta con buenos momentos de humor: los chistes de Canadá, las miradas desafiantes de Ted ( Josh Radnor) y Barney, los entretelones de Ted como Liberace y, por supuesto, la incapacidad de Lily ( Alyson Hannigan) para mantener un secreto.

Aunque no soy un gran fan de la dinámica Barney - Robin, debo admitir que en este episodio se vió a una dupla más sólida que en otras ocasiones. Al menos no tuvimos que volver a presenciar esa especie de síntesis entre ambos personajes. En este episodio, Barney fue Barney y Robin ( Cobie Smulders) fue Robin. Como siempre debió ser.

Puntaje 7/10: Aunque la serie ya carece de toda magia y capacidad de sorprender al espectador, The Rehearsal Dinner tiene sus buenos momentos de risas. El final es tierno aunque trillado.