How I Met Your Mother: cuando lo espectacular supera a la ficción [Crítica 9x24]

Ya sea en cine o televisión, si hay algo que caracteriza esta era de la narrativa visual es el fetiche por el final con giro de tuerca, una tradición que inició El Gabinete del Dr. Caligari en 1920 y que menos de un siglo después parece estar en voga. El final de How I Met Your Mother tiene un poco de ese gusto a Lost, a Dexter y hasta a Sexto Sentido; un cambio a último momento que transforma el sentido de toda la serie, y con ello, el ánimo de millones de espectadores.

Es claro que las intenciones de Carter Bays y Craig Thomas fueron las de mostrar un show diferente, y vaya si lo lograron, para bien o para mal. Personalmente considero que es una lástima que un show que logró demostrar tanta frescura e ingenio en el humor, terminase ensombrecido por una muy mala última temporada y con un final que tuvo de todo, menos creatividad.

[ Alerta de Spoilers]

¿Es malo?

El último episodio de HIMYM titulado Last Forever nos mostró que no todo es lo que parece, y quizás el abuso de ese recurso fue lo que terminó enrareciendo el cierre, dejando las aguas divididas entre quienes esperaban un final al estilo Scrubs o Friends y los que aplauden cualquier cosa relacionada a la muerte, lo mórbido y los guiones rebuscados.

Cuando se acude demasiado a la fórmula de sorprender al espectador, el guión pierde sentido. Cuando nada es lo que parece de forma tan brusca, se rompe el pacto de ficción con el espectador: se termina en una meta-meta-ficción. Algo similar sucede con la parodia de la parodia, que al final termina siendo una gran nada, una meta-meta-parodia.

Otro problema con este episodio es que suceden demasiadas cosas como para que las podamos integrar en menos de una hora: Barney y Robin se divorcian, Barney ( Neil Patrick Harris) vuelve a sus viejo hábitos (tirando por la borda temporadas enteras de trabajo en el personaje), Barney tiene un hijo con la “número 31”, la Madre muere, Ted ( Josh Radnor) vuelve con Robin ( Cobie Smulders). Es demasiado en demasiado poco tiempo.

Muchos críticos señalan que en el largo plazo era evidente que Ted iba a terminar en los brazos de Robin. Yo prefiero alegar que si bien a lo largo de las 9 temporadas hubo momentos en lo que esto se sugiere de forma evidente, también existieron secuencias que mostraban lo contrario, por lo que la lógica en el acontecimiento final termina entrando en el terreno de la arbitrariedad de los guionistas.

En resumen, lo que muestra el final de How I Met Your Mother representa la búsqueda incansable de la espectacularidad, con el solo objetivo de seducir al espectador, desobedeciendo el buen gusto por lo simple y lo armónico, dejándonos a la deriva de un abismo emocional sin mucho sentido de ser. Parece que los productores se olvidaron que se trata de una comedia.

¿Hay algo bueno?

Pero claro, no sería justo fusilar este último episodio basándonos simplemente en el guión. Si hay algo que caracterizó a HIMYM es la originalidad en la narrativa visual, es decir, como se materializa la diégesis.

En este sentido Last Forever sí estuvo a la altura de lo que fue la serie. La idea de mostrar la vida de los personajes más allá del aparente punto culmine fue totalmente acertada, al igual que el manejo de los tiempos y el clímax. Quizás esto último sea lo más rescatable del último episodio de la serie.

Y así se va How I Met Your Mother, con una escena a lo Romeo y Julieta tan repetida y cliché como el giro de tuerca.

Puntaje 5/10. HIMYM borró con el codo 8 años de buenos capítulos. Un final con demasiada pompa como para cerrar de forma armónica una serie que nos entretuvo muchos años, y cuyas primeras 8 temporadas vamos a añorar hasta que la muerte nos separe.