Después de un gran capítulo de despedida a J.R., a este nuevo episodio de Dallas se le complicó poder superarlo como venían haciendo los demás. Estuvo flojito, siempre en comparación con los anteriores, pero me gustó.
Hora de ensuciarse en Dallas [Crítica 2x09]

En Ewings Unite (Ewings Unidos) vemos cómo comienzan a trabajar juntos y hacer un frente común, en contra de Ryland y Barnes, que como bien dijo J.R. se han unido. Por un lado tenemos a Christopher ( Jesse Metcalfe) trabajando junto a John Ross ( Josh Henderson) para solucionar un problema con el contrato tan preciado que están por conseguir. Mientras que Ryland y Cliff tienen otros planes que ponen en peligro a nuestros protagonistas.
Un frente unido: Ewings
Podría decirse que una nueva era ha comenzado para los Ewing, donde trabajar juntos es lo más importante, en especial para poder vencer a los más poderosos ahora en especial que el malo de todos, J.R., no está más entre nosotros. Por ende deberán comenzar a ensuciarse las manos, aunque mucho no les guste y la prueba para ver si podrían hacerlo surgió.
Cliff Barnes ( Ken Kercheval) se metió con el contrato que estaban buscando de la ciudad y la mujer encargada intentó seducir al Ewing equivocado, por lo tanto John Ross deberá tomar su lugar pero utilizarlo como sólo él sabe, tomando fotos. Lo más gracioso fue el llamado que le encargó a Bum, para que le diga a su primo : Bienvenido al lado oscuro. No lo pude evitar y me reí con todas las ganas, fue una buena idea dentro de tanta tensión que se vivía.
Obviamente, consiguen el contrato y están todos juntos en la plataforma mostrando la capacidad del mismo. Lo que no sabían era que alguien se había infiltrado para destruir las cosas y mostrar su poderío. Veremos cómo salen de esa en el próximo episodio, por lo pronto la unión hace la fuerza.

Barnes y Ryland, una alianza
Frente a un enemigo en común, y para su pronta destrucción unen fuerzas Cliff y Harris ( Mitch Pileggi). Esto sólo beneficia aún más a Harris, porque Cliff le promete que le prestará el dinero para comprar el resto de su empresa a su madre, con quien no tiene una buena relación.
Lo que no sabíamos es que Drew trabajo para Harris y ahora deberá hacerlo de nuevo, aunque no lo quiera hacer. Es quién hace la bomba de la plataforma para demorar la patente, todo lo relacionado con la extracción de metano y que me parece que traerá varios problemas, porque encima Pamela ( Julie Gonzalo) se encuentra entre los asistentes y a Cliff no le importó.
Una de las cosa que me gustó es que tanto Harris como Emma ( Emma Bell) se están soltando, una demasiado para mi gusto y el otro, le comienza a poner frenos a su madre, sin embargo esta tiene otros planes para él: dejarlo sin la empresa. Gracias a esa discusión, puede que la situación se haya simplificado para Ryland, ya que su madre termina rodando por las escaleras. Esa sí que la vi venir, pero me encanta cuando tiran a la mala por las escaleras.
Sobreviviendo a J.R.

A quién más afectó, además de su hijo, fue a Sue Ellen ( Linda Grey) quién volvió a tomar después de muchos años y Gary quiere que hable del tema, pero ella lo evita y hace que su ex-esposa vuelva a buscarlo. No obstante está bastante enojada con ella, y Sue Ellen está preocupada por otras cosas que tienen más que ver con el alcohol.
Además creo que la lectura del testamento la ayudó más al volcarse a su viejo amigo, el alcohol. A cada uno le dejó algo, inclusive a Ann, todos vivieron ese momento con un toque de tristeza y alegría. Pero no estaban preparados para la carta de la señorita Ellie, donde le deja la mitad de Southfork a su nieto.
Un gran interrogante para resolver tal vez en el próximo episodio, o no, pero ahora John Ross tiene un poder que nadie vió venir y esperemos que se mantengan juntos, las cosas salen mejor así.






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