Finalmente pudimos ver Solo: A Star Wars Story, y hoy todos los problemas técnicos así como el cambio de director y las clases de actuación de Alden Ehrenreich parecen ser elementos de un pasado tan distante como la galaxia muy muy lejana donde transcurre la saga creada por George Lucas.
Han Solo: Una historia de Star Wars recupera el espíritu de la saga y nos sorprende con una película diseñada para los fans [reseña sin spoilers]


Durante los meses previos, la película se percibía casi que como una obra condenada a ser al fracaso más grande de la saga. Afortunadamente, una vez más Lucasfilm y Disney se encargaron de literalmente cerrarnos la boca y hacernos ver que todas las críticas anticipadas no eran más que fruto del miedo del fandom y la crítica por lo ambiciosa que sonaba la idea de una película de Han Solo sin Harrison Ford.
Solo: A Star Wars Story es una película muy precisa, diseñada cuidadosamente para no herir la sensibilidad de los fans más ortodoxos de Star Wars y no caer en las mismas críticas que obtuvo la osada Star Wars: The Last Jedi. La aventura de los orígenes de Han Solo respeta a rajatabla todo el universo de Star Wars y logra confeccionar una historia digna del pirata espacial más grande de todos los tiempos.
Para comprenderla mejor —sin caer en spoilers— es necesario hacer un repaso por los puntos más fuertes de la película, aquí vamos:
Una aventura en el submundo del crimen organizado galáctico
La ambientación de la película es brillante, si hay algo que caracteriza al personaje es su condición de contrabandista y pirata espacial, así como su relación áspera con los gánsteres galácticos a los que vive timando y debiendo dinero.
Por eso, y de una manera muy inteligente, Solo: A Star Wars Story deja de lado la lucha contra el Imperio, las cuestiones Jedi y todo lo usual en la saga para sumergirse por completo en el bajo mundo galáctico y sus entretelones, donde Han comienza a ganarse la reputación que todos conocemos.
Los casinos clandestinos, cantinas con cantantes alienígenas exóticos, minas de combustible que operan por fuera del Imperio y los cargueros espaciales —como el mismísimo Halcón Milenario— son el escenario por donde viaja la narrativa y eso es maravilloso.
Un guión diseñado para fans
Tener una historia osada sin dudas habría sido un condimento para generar impacto, sin embargo, es difícil y poco lógico mostrar una historia previa a la saga original donde hayan acontecimientos más sorprendentes.
Por eso, la película de Han es muy justa, la historia no planeta nada que nos vuele la mente, pero no todo en el cine se trata de volar mentes y hacer cosas osadas; muchas veces respetar la trama central y los 40 años que tiene Star Wars en nuestra cultura es la mejor arma para hacer una buena película y justamente eso es lo que logra Solo: A Star Wars Story.
La narrativa nos sumerge en una historia muy dinámica donde los orígenes del Han Solo que conocemos son el elemento central, aunque sin olvidar todo el marco que hay detrás y todas las características que definen la personalidad de los personajes que ya conocemos desde hace tantos años.
Solo: A Star Wars Story no se percibe como forzada en ningún momento y eso no es poca cosa, logra meterse en la unidad de toda la saga sin problemas y con una aventura digna del Han Solo que conocemos.
Los personajes nuevos moldean a los originales
Los personajes nuevos son uno de los puntos más fuertes de la película, tanto Qui’ra (Emilia Clarke) como Tobias Beckett (Woody Harrelson) y la droide L3-37 (Phoebe Waller-Bridge) son personajes con historias profundas e interesantes cuya interacción con Han, Chewbacca y Lando Calrissian sirve para moldear la personalidad de los mismos y comprender mejor su accionar en la saga original.
Un giro inesperado que anticipa el futuro de Han
Sin dudas, una de las cosas más interesantes de la película es el plot twist que ocurre sobre el final, un evento que además de sorprendernos, termina de cerrar la personalidad de Han y adelanta un poco de su futuro en la saga.
¿Y el villano?
Solo: A Star Wars Story se da el lujo de tener varios villanos que a la vez son muy pocos: los tonos de gris y la falta de escrúpulos son dominantes en el submundo de los gánsteres galácticos, y eso es un recurso maravilloso para una película de Han Solo.
Si tuviera que calificar a la película con una puntuación, sin dudas Solo: A Star Wars Story tendría un 7,5 / 10
Para finalizar, un poco de nostalgia:
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¡ Star Wars sigue con vida!









