Giros inesperados en The Following [Crítica 1x10]

Este episodio de The Following me genera algunos sentimientos encontrados: por un lado creo que tuvo algunas cosas positivas, si uno asume que ya no puede esperar ni una buena historia (o, si no interesante, al menos coherente) ni personajes con los que uno pueda identificarse, pero por otro lado, precisamente esta desconexión que se genera en el espectador con lo absurdo de las situaciones planteadas y lo ridículo de los personajes ya ha llegado a niveles demasiado elevados después de diez episodios.

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Por simple acumulación ya es muy difícil olvidar los profundos defectos que tiene la serie y, si bien algunos acontecimientos en este episodio llegaron a buen puerto (al fin Claire se reencontrará con Joey, por fin Ryan y Claire asumieron su amor, etcétera), es imposible evitar pensar cómo fue que se llegó a eso, cómo fue el proceso, y ahí es donde todo falla.

Lo positivo

Para comenzar con lo positivo, fue muy interesante la aparición de un antiguo compañero de Ryan ( Kevin Bacon) llamado Tyson ( David Zayas), con el que parecían mantener una genuina amistad, aunque ahora estaban totalmente alejados.

Hasta ahora, todos los intentos de la serie de dotar a Ryan de un cierto trasfondo o una historia en su vida habían fallado, eran superficiales o forzados, pero en este caso es otro personaje (muy bien interpretado por David Zayas) el encargado de aportar más detalles sobre Ryan, lo que los hace más creíbles e interesantes.

Imagen Fox Flash

Otra cosa positiva, como mencioné antes, es que finalmente Claire ( Natalie Zea) se va a encontrar con su hijo Joey ( Kyle Catlett). Claro que para esto tiene que estar con el culto, con los psicópatas que acompañan a Joe y con el propio asesino serial Joe Carroll ( James Purefoy), con todo el peligro que eso significa.

Pero la historia de amor entre Claire y Ryan resulta tan poco interesante, y es tal la imposibilidad del FBI de hacer las cosas bien, que en un momento me encontré deseando que Claire estuviera en la mansión de Joe Carroll y no con el FBi ni con Ryan Hardy. Fue de cierto modo razonable que, además, haya decidido ir casi por voluntad propia.

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Amor y amistad

La relación entre Ryan y Claire es muy poco interesante, en tanto historia de amor, porque a lo largo de la serie ha sido simplemente un motor para la trama de asesinatos e intrigas perpetradas por Joe, pero no es una relación real, no tiene sustancia y los personajes no tienen la suficiente dimensión como para que nos interesen sus sentimientos.

Imagen Fox Flash

No mucho después de que Ryan y Claire llegan a la casa de Tyson para esconderse de los hombres enviados por Joe, no mucho después de la aparición de este amigo de Ryan y de mostrarnos su gran amistad, ya se empieza a sospechar que este nuevo personaje y esta nueva amistad será utilizada para buscar un giro dramático y que Tyson no va a terminar el episodio de la mejor manera.

Es bastante molesto el artilugio de los guionistas de presentar un personaje agradable y querible, para dejarlo herido de muerte antes del final del episodio y buscar un efecto en la audiencia.

Las sorpresas

Era fácil de suponer que en algún momento surgiría cierta tensión entre Joe y Roderick ( Warren Kole), ya que a pesar de ser Joe el líder del culto, Roderick ha demostrado ser también un hombre fuerte e influyente y en este capítulo aparecen las primeras manifestaciones de esa tensión latente, que probablemente también sea en un futuro lo que conduzca a la derrota de Joe y sus seguidores.

La acostumbrada inoperancia del FBI llega a nuevos niveles en este episodio. La custodia preventiva de Claire consiste en llevarla a un motel, poner cámaras en los pasillos, tres o cuatro guardias y asegurar la puerta con un palo. No parece muy sofisticado para el FBI.

Imagen Fox Flash

Por último, tenemos a Jacob ( Nico Tortorella) que ahora ve visiones de Paul ( Adan Canto) -por si no era suficiente con los flashbacks, ahora tenemos apariciones espectrales- y éste le exige que asesine a Emma ( Valorie Curry).  Lo que realmente le interesa a The Following es impactar a la audiencia, por eso aprovecha para mostrarnos una puñalada y un baño de sangre, a pesar de que el apuñalado es un fantasma.

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El giro del final, que nos muestra que Molly (a la que antes habíamos visto en un flashback como la antigua novia de Ryan) es también parte del culto de Joe Carroll fue verdaderamente sorprendente, pero en el peor de los sentidos. Fue, por lo menos, injustificado y absurdo.

Puntaje: 4/10.

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