Game of Thrones: guardajuramentos [Crítica 4x04]

El mundo de Game of Thrones se ha mostrado tan porfiadamente sórdido y perverso, una y otra vez, desde hace 4 temporadas, que creo que haríamos bien en desconfiar de cualquier indicio de bondad y justicia. O por lo menos de los más grandes y ambiciosos, los que aspiran a cambiar las cosas.

Piedad o Justicia

La honorable y emocionante misión de Daenerys Targaryen más allá del Mar Angosto, liberando miles de esclavos, es prácticamente la única línea argumental de la serie que ha resultado hasta ahora justa y victoriosa al mismo tiempo, pero esta combinación ya está llegando a un punto en el que la semilla de algo terrible, una sombra de catástrofe, se cierne sobre la Khaleesi.

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Si bien este fatalismo podría ser injustificado, en este último episodio hay una señal inequívoca: Dany desoye el consejo que le brinda Ser Barristan Selmy, y, si algo nos ha enseñado la ficción, es que no escuchar la advertencia de un fiel y sabio consejero nunca conduce a algo bueno.

Se podría decir que la diferencia de opinión entre Daenerys y Barristan consiste en diferentes nociones de justicia. Para la Khaleesi, como ya sabemos, la justicia es uno de los valores supremos, es algo innegociable y sagrado. Ser Barristan lo ve de una forma más relativa, atemperada por otros valores más humanos, como la piedad. 

Tal vez esta diferencia no sea un mal augurio, sino simplemente el interés de los creadores de someter a una problemática precisamente la noción de justicia, algo que atraviesa toda la serie y es uno de los temas centrales.

Del mismo modo, Jaime Lannister se vio atrapado en medio de una disyuntiva también marcada y afectada por lo que es justo o lo que no. Por un lado, Jaime tiene a Cersei, la mujer que ama, que le pide ayuda para vengar la muerte de su hijo, haciendo “justicia” por mano propia, aunque en realidad Cersei sólo quiere ver a esas personas muertas sin importar si asesinaron a su hijo o no. Por otro lado, Jaime sabe íntimamente, y con más certeza luego de hablar con él, que Tyrion no asesinó al Rey Joffrey.

Jaime opta por la justicia, por proteger a Tyrion e incluso a Sansa, con lo que su relación con Cersei parece haber llegado a su fin. O, al menos, a uno de sus finales.

Esta turbulenta relación, perversa y oscura, entre dos personas muy afectadas, no es algo que esté marcado por lo razonable o lógico, pero tras los constantes desprecios que ha recibido Jaime por parte de Cersei, desde que regresó a Desembarco del Rey, y tras violarla en frente al cadáver de su propio hijo, todo parece apuntar a un alejamiento o un enfriamiento entre ellos.

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Lo que vendrá

El episodio se ocupa también de explicar algunos de los cabos sueltos que habían quedado desde la Boda Púrpura y la muerte del Rey Joffrey. Vemos entonces la cínica explicación de Lord Baelish ante Sansa, de por qué decidió formar parte de esta conspiración para asesinar al rey, y también la confesión de Lady Olenna ante su nieta Margaery.

La habilidad y la inteligencia de Lady Olenna para conocer el funcionamiento de las altas esferas de poder y aprovecharlo en su propio beneficio es realmente admirable. Ella carece además de la maldad o la crueldad intrínseca de muchos de los que están en estas posiciones, y posee en cambio un sentido del humor y un sarcasmo que la hacen encantadora. Es la clase de abuela que todos quisiéramos tener si estuviéramos en el complejo mundo de Game of Thrones.

Su consejo a Margaery permite que ésta se vaya ubicando en una posición muy privilegiada y poderosa de cara al reinado del joven Tommen.

Para los próximos episodios, interesantes encuentros se prevén: el de Brienne y Podrick con Sansa y Lord Baelish (aunque parece improbable en el corto plazo); y el de Jon Snow y sus compañeros de la Guardia de la Noche con Bran Stark y compañía, en el lugar del difunto Craster, ahora dominado por crueles y salvajes ex hombres de la Guardia de la Noche.

Otras observaciones:

• Las incursiones de Game of Thrones en la dinámica “buddy movie” siempre ha aportado grandes momentos (Arya y Sandor, Brienne y Jaime), y Brienne y Podrick tienen un gran potencial para ser una dupla muy disfrutable.
• Por fin Bran Stark y el resto de sus compañeros ven algo de acción después de mucho tiempo de deambular por el norte sin mucho para hacer. Fue muy cruel, de todas maneras, ver a Hodor siendo torturado de esa manera.
• Ausentes de este episodio: Stannis Baratheon, Arya Stark y Sandor Clegane, Oberyn Martell, los Salvajes. Gran aparición: el Caminante Blanco que se lleva al último bebé de Craster y vemos finalmente para qué los utilizaban: para convertirlos en nuevos Caminantes.

Puntaje: 8/10.