En octubre de 2007, la escritora J.K. Rowling hizo impensable: sacó a Albus Dumbledore del clóset. Muchos dicen que era obvio. Otros no tuvimos pista. Pero lo cierto es que, cuando dos semanas después surgió la noticia de que Bugs Bunny también prefería las compañías masculinas, el asunto pasó por debajo de la mesa.
Esta es la pregunta sobre Bugs Bunny que seguro te hiciste más de una vez

La noticia la daba Steven Blanc, hijo del fallecido Mel Blanc (quien dio voz al conejo de la suerte), en su libro Bugs and Elmer: A Forbidden Love, en el que explicaba que el conejo animado y su archivillano cazador realmente se amaban. En una rueda de prensa dijo:
“Tienen que recordar que era el Hollywood de la Era Dorada, incluso antes de Rock Hudson. El estudio no lo hubiera permitido. Al contrario, Bugs y Elmer expresaron su amor usando códigos homosexuales del día, como Elmer apuntando a Bugs con un arma, y respondiendo con un beso en su cara”.
Quienes escucharon de esto, recordaron aquellas escenas en las que Bugs se vestía de mujer y sumaron. Era obvio. Pero no, ni la noticia era cierta, ni Steven Blanc existe (el verdadero hijo de Mel es Noel Blacn), ni mucho menos su libro. Pero sí, Bugs se vestía de mujer. Mucho. Lo hizo por lo menos en siete cortometrajes. Era su treta preferida para huir de los villanos. ¿O era más que eso?
Ahora que la transexualidad es la próxima frontera (alborotos como el de Caitlyn Jenner permanecen frescos en el colectivo y no olvides que Laverne Cox fue la primera mujer transgénero en aparecer en la portada de la revista TIME), el debate se ha dirigido al popular personaje de Tex Avery y referencia de Warner. ¿Era Bugs Bunny transgénero?
Desde su génesis

Happy Rabbit fue un prototipo de Bugs Bunny. El conejo blanco antropomorfo llegó a la pantalla el 30 de abril de 1938 en el corto Porky’s Hare Hunt y para 1939 (su tercera aparición) ya usaría el truco favorito de Bugs: vestirse de mujer, seducir al villano del momento y huir.
El 27 de julio de 1940, Bugs apareció en el corto A Wild Hare junto a Elmer Gruñón. Salió de su madriguera y lanzó su frase típica: “¿qué hay de nuevo, viejo?”. Dos años después ya era la estrella de Merrie Melodies. Para los sesenta, ya se había ataviado de ropa de chica para pasar por valkiria, geisha, belleza sureña, flapper, sirena, la caperucita roja y Josephine Bonaparte. De hecho, en un capítulo engaña a Sam Bigotes para que se case con él (vestido de ella), pero la boda no se efectúa cuando el pistolero nota lo que ocurre bajo el vestido.

Al verse descubierto, Bugs cerraba la historia con su clásico beso al villano y huida, un gag clásico de la historia.
Pero quienes ven más allá de lo obvio, señalaron a Bugs como un ícono de la comunidad LGBT, considerándolo la parodia de una diva.
- No siempre se gana: 8 oportunidades en las que Bugs Bunny perdió
¿Drag queen, imitador femenino o gay?

Hay quienes consideran que, con tales artimañas, Bugs Bunny era un simple imitador femenino; una figura común en el teatro y el cine de los cuarenta y los 50 y que los intérpretes solían compensar con una vida machista y que solo era tolerado si era para la industria del entretenimiento.
Ciertamente, actuar de tal forma iniciaba el debate de si la persona en cuestión era realmente homosexual (algo que no ha cambiado) y a lo que Bugs parece no haber respondido muy bien con la ausencia de intereses amorosos.
En 1942 se observa a la esposa de Bugs, pero pronto sale de la pantalla y queda relegado al olvido. Luego se presenta a Honey Bunny, pero Bugs no parece estar nada interesado en ella.
Y antes de que hables de Lola Bunny, este personaje fue creado en los noventa para la película Space Jam. Antes de eso, Bugs parecía carecer de interés en las chicas y, de hecho, los productores admitieron haber inventado a Lola para poder lanzar productos de mercadotecnia para niñas. Claro, ser transgénero no es sinónimo de ser homosexual, pero para los cuarenta, los términos eran muy confusos. Aún hoy, hay mucho debate al respecto.
¿Un artilugio o simple placer?

Otro punto que reflejan los que apoyan la t ransexualidad de Bugs es que este no solo se vestía de mujer para huir de los villanos, sino en muchas otras oportunidades.
Se señala aquellas escenas en las que los malos no están presentes. A Bugs se le muestra limpiando y cocinando con un lazo hecho con sus orejas; actitudes que, para la época, era exclusivas de la mujer.
Los productores también dejaron algunas escenas para el cuestionamiento eterno, como aquella vez que Bugs entró a la ducha y había toallas con el nombre “ His” (de él) y “ Hares” (liebre) que fonéticamente suena como “de ella”, lo que podría revelar una confusión sexual. En otro capítulo, Bugs entra a una cabina telefónica para cambiarse, cual Superman, pero sale vestido de niña del rebaño y dice “lo lamento, disfraz equivocado”. ¿Por qué lo tendría consigo?

Finalmente, hay otra escena es la que Bugs sale de la ducha y se para frente al espejo. Allí se afeita el rostro, las axilas y las piernas, algo que los hombres de esa época no harían. ¿Por qué se afeitaría todo el cuerpo si no fuera porque siempre se vestía de mujer? También se lee mucho entre líneas, como el hecho de que, al vestirse de mujer, Bugs habla más como chica y se refiere a él como “ella”, un hecho gramático que genera controversia.
Otro punto interesante son los Tiny Toons, el spin off de los Looney Toons con la que crecimos los niños de los noventa y que mostraba versiones más jóvenes de cada personaje, sin ser ellos realmente. Por ejemplo, el pato Lucas tenía el pato Plucky y Porky contaba con Hampton, el cerdito. Pero para Bugs había dos personajes: Buster y Babsy. ¿Por qué existirían dos figuras (una masculina y otra femenina) para emularlo, sino para reflejar su propia dualidad?

Se dice que Bugs sentía placer al ser mujer: "como hombre había estrés y era casado. Cuando era mujer, lo amaban".
¿Genera violencia?
Hay quienes reniegan de estas teorías y explican que Bugs solo se viste de mujer con un propósito: que los padres no se aburrieran mientras acompañaran a sus hijos a ver los animados.
Este un recurso “cómico” (un hombre actuando como mujer) se desgastó en el siglo pasado y, lamentablemente, continúa observándose en esta era, aunque con menor exposición. Para la sociedad de la época, mofarse de un homosexual era la norma.

Otro punto interesante de quienes analizan a Bugs como transgénero es que, aseguran, el animado tiene un mensaje violento contra la comunidad LGBT. Cada vez que Bugs es descubierto, recibe toda la ira del “malo” de turno, algo que podría interpretarse como natural y que está bien golpear a alguien por no estar contento con su sexo.
Hemos puesto las cartas sobre la mesa, ahora súmate al debate. ¿Bugs era transgénero o estas aseveraciones son solo tonterías? ¡Comenta!
- Pero claro que sí: 10 gifs de los Looney Tunes que alegrarán tu día









