El miedo se apodera de Game of Thrones [Crítica]

Uno menos, y quedan dos. Sí, sólo dos episodios de la segunda temporada de Game of Thrones. The Prince of Winterfell no fue un gran episodio, pero encaja perfecto como preludio a lo que vendrá. O al menos espero que para la próxima semana haya un poco de acción en las líneas de batalla.

PUBLICIDAD

Hay que reconocer que no hubo grandes acontecimientos, sólo pequeños sucesos que sirvieron como distracción para lo que se avecina. Personalmente me aburrió más de lo que esperaba, pero tuvo un par de momentos interesantes.

Lo que sí se notó en esta ocasión, es que hubo una gran temática común que unió todo el episodio, y fue: el miedo. Yara teme por su hermano. Tywin piensa que Robb es muy joven para saber lo que es el miedo, pero éste le confiesa a Talisa que fue su padre quien le enseñó a temer. Catelyn toma una decisión poco acertada por miedo a perder a otro de sus hijos. Jorah tiene miedo de quedarse en Qarth. Cersei teme por la vida de su hijo, y Tyrion por la vida de Shae.

King’s Landing en el centro

Como no podía ser de otra forma, los mejores momentos estuvieron en King’s Landing. Por suerte Tyrion ( Peter Dinklage) volvió para adueñarse de varios momentos y en esta ocasión nuevamente junto a su hermana. Cersei ( Lena Heady) está empecinada en cobrarse venganza de su pequeño hermano y lo hará al costo que sea. Episodios atrás vimos la advertencia que ahora cobró vida. La reina piensa que tiene a la chica, rápidamente vemos que no tiene a Shae ( Sibel Kekilli), sino a Ros. Tyrion se las ingenia para seguir al pie de la letra con su preocupación y demostrar cierto temor por su “amada”. 

La situación estuvo muy bien, y una vez más, quedó al descubierto lo buen actor que es Dinklage. Realmente se puede ver el miedo y la preocupación en su rostro cuando Cersei le confiesa que ha descubierto quién es la mujer que ama. También muy bien lograda y actuada la escena en la que vemos a Tyrion junto a Shae, en la que él le confiesa su verdadero amor, y que haría cualquier cosa si a ella le sucediera algo.

PUBLICIDAD

Y para terminar con King’s Landing, la frutilla de la crema: Tyrion y Varys ( Conleth Hill). Hacia el final vemos a ambos en lo alto de la fortaleza, discutiendo sobre el afecto que han desarrollado por el juego, este juego por el poder. Es claro que Tyrion jamás pensó que tomaría el gusto por esta pugna de poder que parece no tener límites, y mucho menos pensó que sería tan bueno en ello. Y el eunuco va a necesitar más que sus pajaritos para seguir el ritmo del juego.

La conversación final del episodio anterior entre Catelyn Stark y Jaime Lannister ( Nikolaj Coster-Waldau) tuvo sus repercusiones esta semana. Catelyn ( Michelle Fairley) dejó escapar a Jaime, y ahora todos los hombres de Robb ( Richard Madden), incluido él mismo, han perdido toda oportunidad de venganza, y de negociación frente a los Lannister. La acción de Catelyn fue impulsiva, y Robb lo considera como una traición, por lo que se vio obligado a poner a su madre bajo arresto.

Amor y Guerra

Aunque no todo fue malo para Robb, finalmente logró un encuentro íntimo con Talisa ( Oona Chaplin), la enfermera que anda dando vueltas por el campamento desde hacía tiempo. La historia que ella le cuenta acerca de su pasado le da cierta profundidad al personaje, demuestra que no está salido de la nada, pero me hubiera gustado que ella le pusiera un poco más de emoción. Si bien esta relación se viene gestando desde hace rato, da la sensación de que estuvo un poco forzada.

Hablando de los Stark, Arya ( Maisie Williams) también tuvo su momento de gloria. A pesar de haber perdido con su oportunidad de matar a Tywin Lannister ( Charles Dance), logró algo que parecía imposible: escapar de Harrenhal, con la ayuda de Jaqen. Creo que no hace falta que vuelva a mencionar lo buena que continúa siendo su actuación. 

PUBLICIDAD

Nada interesante pasó más allá del muro. Ahora es el turno de Jon ( Kit Harrington) de ser cautivo de los salvajes, y aunque parece que entre bandos se han estado pasando el poder de uno, da la impresión de que han estado vagando por ese glaciar mucho más de lo que en verdad han estado. Es como si el tiempo pasara muy rápido, pero son pocas las acciones que acontecen.

Y por último, pero no por eso menos, tenemos que hablar del individuo que le da nombre el episodio. Yara ( Gemma Whelan), la hermana de Theon, llegó a Winterfell con hombres, tal como su hermano le había pedido, pero no está del todo convencida en brindarle su apoyo. Yara teme por su hermano, no le tiene miedo, pero teme por las decisiones que está tomando, al darse cuenta que nos son nada acertadas (la decisión de matar un par de niños). Pero lo más grave de toda esta situación es que, a pesar de todo lo que hizo, Theon ( Alfie Allen) sigue sin contar con el apoyo y el respeto de sus hombres.

Pero aún con todo esto, él está decidido a ser señor de Winterfell, y de quedarse allí. Aquí encontramos la continuación de donde nos quedamos la semana anterior, en la que Theon clamaba haber matado a los Stark más jóvenes. Hacia el final vemos que éstos siguen con vida y escondidos en las mismísimas entrañas de Winterfell.

Stannis ( Stephen Dillane) tuvo una breve aparición (como siempre suele tenerlas). Camino a King’s Landing, Stannis le recuerda a Davos ( Liam Cuningham) los horrores que tuvo que soportar defendiendo Storm’s End, bajo las órdenes de Robert, para luego tener que cederle todo a Renly. Stannis manifestó, de la única forma tosca en que sabe hacerlo, cierto agradecimiento a Davos, y le dijo que lo nombrará Mano del Rey cuando se apodere del trono de hierro. Stannis me parece un personaje bastante importante en esta segunda parte, y a pesar de que a lo largo de la temporada su avance ha estado implícito, la mayor parte del tiempo brilla por su ausencia.

PUBLICIDAD

Ya casi nos acercamos al final y me atrevo a hacer una valoración en general sobre esta segunda temporada. Ya vemos como la lucha por el poder y por el trono, cada vez se va tornando un juego peligroso y violento, en cierta forma. Pero me parece que la serie en sí misma está estructurada como una especie de “juego”, donde el objetivo principal pareciera ser mover una pieza de un lugar a otro, pero acorde a los personajes.

Por supuesto que, a diferencia de la primera temporada, esta segunda parte cuenta con más cantidad de personajes, pero el año anterior vimos que se las arreglaban para mostrar todo de una. En cambio, este año y en varios episodios, nos vamos moviendo de una región a otra, de una personaje a otro, quedando varios fuera, y tras cierta cantidad de capítulos, se vuelven a retomar.

Es cierto que el libro también está estructurado de esa forma, pero al trasladar esa misma estructura a la serie, es como que la linealidad de la historia se quiebra bastante, y hay cosas que quedan un tanto descolgadas unas de las otras. En fin, sólo dos episodios para dar por finalizada la segunda temporada. Esperemos que el final sea genial, y que la espera valga la pena.