Dark: la nueva serie de Netflix que llegó para destronar a Stranger Things

Desde el primero de diciembre Dark está disponible en Netflix con sus 10 episodios llenos de misterio y mucha, mucha oscuridad. Y es que la serie realmente le hace honor a su nombre y, al contrario de lo que se pensaba antes de su estreno, no es igual a Stranger Things, sino que llegó para arrebatarle el primer lugar. 

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La sinopsis la describe como una saga familiar con un giro sobrenatural, pero es mucho más que eso. Es una mezcla de thriller con drama y ciencia ficción; por si fuera poco, es la primera serie original de Netflix escrita, rodada y producida en Alemania, lo que la hace aun más intrigante. 

A continuación, analizamos esta nueva serie de Netflix a la que deberías darle una oportunidad. 

Una serie oscura que llegó para iluminarnos

Imagen Netflix

Como bien lo adelanta el título, Dark es realmente oscura, desde los aspectos visuales y la música hasta la trama. A priori se podría pensar que eso afecta negativamente a la serie, pero lo cierto es que es todo lo contrario. Si bien por momentos la historia puede volverse un poco densa, la sensación inexplicable de atracción que genera en el espectador lo puede más. 

La historia se centra en la ciudad de Winden, en donde son pocos y se conocen todos. Allí, además de los dramas más complejos entre las familias, las desapariciones de varios niños y adolescentes sin explicación aparente es lo que mantiene en vilo a sus habitantes. Pero la trama no se queda allí, otro factor crucial es el que atraviesa los 10 episodios: el tiempo. Si bien podría concentrarse en el porqué de las desapariciones, en Dark lo importante es el cuándo y no el cómo

Desde el primer episodio la serie logra cautivar, y así como la vuelta de tuerca es la importancia del tiempo, el gran mérito de Dark está en ser atractiva en la forma en la que cuenta las cosas. Las historias se superponen, y aunque al principio pueda parecer difícil de seguir el ritmo (sumado a las diferencias idiomáticas) se vuelve totalmente necesario y aporta muchísimo al progreso constante que casi no te deja pestañear. 

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Por otra parte, las interpretaciones de  Anna KönigRoland WolfLouis Hofmann,  Oliver Masucci, Jördis Triebel y el resto del reparto, lleno de caras nuevas para quienes no seguimos la televisión y el cine de Alemania, son perfectas y acopladas a la dinámica oscura de la serie y «depresiva» de los personajes. 

Dark llegó para llenar de oscuridad nuestras almas y, a la vez, iluminarnos con la magnificencia su narrativa, sino también por su maravillosa banda sonora que, desde la intro de la serie hasta cada uno de los momentos determinantes, logró encajar a la perfección, y se merece nuestros aplausos. 

El rompecabezas perfecto

Imagen Netflix

Desde el primer episodio la serie se presenta como un rompecabezas de miles de piezas, complejo de entender y que deja la sensación de no saber por dónde empezar. Pero a medida que la historia avanza son sus microtramas simultáneas, y que empezamos a captar la dinámica con la que los acontecimientos se muestran, las piezas del puzzle comienzan a encajar. 

Además, otro mérito es su forma de dosificar la información relevante de manera que no se revele todo al comienzo, ni todo al final, evitando el aburrimiento del espectador.

Para el momento en el que la serie alcanza la mitad, tu mente probablemente esté en su apogeo de elaboración de teorías para explicar absolutamente todo lo revelado. Eso es gran parte de lo que hace de Dark una adicción: verla, no entender qué pasa pero querer hacerlo, elaborar teorías, descartar o hacer nuevas y comprobarlas; y así seguir sin darse cuenta de que los 10 episodios se devoran a pesar de ser extensos. 

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Al llegar al final te darás cuenta que cada una de esas piezas (o al menos la mayoría) han encontrado su lugar en el puzzle mental, y la sensación de satisfacción es maravillosa.

No es perfecta, pero casi

Imagen Netflix

Como todo en la vida, Dark también tiene sus imperfecciones. Por un lado, la fórmula que a veces si utiliza para presentar personajes no es demasiado original. El hecho de jugar con los viajes en el tiempo implica ver a los personajes en diferentes etapas de su vida y, en ocasiones, presentar el antes y el después en una pantalla dividida no parece ser el recurso más original. Pero, de todas formas, no es algo que afecte negativamente a la serie. 

La manera en la que la historia transcurre, de unos personajes a otros, pasando de historias más importantes a momentos insignificantes, puede resultar confusa y tediosa para algunos, aunque termine siendo la manera correcta de avanzar en la trama. 

Por otro lado tenemos el final, que resulta un tanto predecible y no hace explotar tu mente, pero no por ello deja de ser bueno, y abre la puerta a una segunda temporada. 

¿Es igual a Stranger Things?

Imagen Netflix

La respuesta es un absoluto NO. Si bien la premisa de la serie puede parecerse mucho en cuanto a lo paranormal, las desapariciones de niños sin explicación y un pasaje a «otra dimensión» (aunque es a otro tiempo en Dark), las series no son iguales. 

Stranger Things toma la ciencia ficción y el suspenso y los mezcla con la comedia de una manera genial, mientras que Dark ni siquiera considera dicho género entre sus posibilidades. La trama es tétrica, los personajes están poco felices, y la importancia no está tan puesta en los vínculos de amistad y romances entre personajes, sino en el misterio propio que guía a la historia y que es, por lejos, mejor que la de Stranger Things

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El abordaje de una temática que perfectamente se puede transpolar a la realidad en el hecho, por ejemplo, de la importancia que las acciones del pasado tienen en el futuro y de qué manera pueden afectarlo, es de lo más interesante de la serie. 

Sin dudas, Dark merece la oportunidad de todos quienes aún no se han planteado la posibilidad de verla. Tanto si eres seguidor de Stranger Things como si no, o si amas el misterio y los viajes en el tiempo, ya deberías agregarla a tu lista de pendientes.