Cuestiones de honor en Game of Thrones

Capítulo número siete de Game of Thrones, lo cual nos ubica a sólo tres episodios del final de esta segunda temporada. Anoche la serie volvió a sufrir una especie de estancamiento. Pocos personajes fueron traídos a escena con acciones poco relevantes. A Man Without Honor sirvió como una especie de puente entre el episodio de la semana anterior y lo que se avecina (juzgando por el pequeño avance visto, promete bastante).

El precio del pecado

Un personaje no poco importante volvió a emerger del olvido. Nada más y nada menos que Jaime Lannister ( Nikolaj Coster-Waldau), el hombre sin honor al que hace alusión el capítulo. Todavía prisionero de los Stark, el matareyes deja entrever ciertos anhelos del pasado, a medida que su primo lejano Alton le recuerda la primera que vez que lo sirvió como escudero. Pero mientras las anécdotas fluyen, vamos viendo como Jaime juega con la vanidad del joven como su única forma de escapatoria.

Logrado su cometido aunque con poco éxito, su “falta de honor” no fue el hecho de haber matado al hijo de Lord Karstark, sino haber matado a Alton sin piedad alguna y de la forma más siniestra. Está claro que para él es todo parte del juego. Hacia el final, cuando es recapturado y vuelto a poner en su celda, Jaime tiene una conversación con Catelyn, en la que logra poner todo en perspectiva y en cierta forma, hasta se justifica de sus propias acciones. Y una vez más el tema de conversación se vuelve hacia la satisfacción al matar, la traición y Ned de por medio, cosa que no pone nada contenta a Catelyn.

Otro que también le hace justicia al título del episodio es Theon Greyjot ( Alfie Allen) que continua con algunos problemas en Witerfell. Con la huída de Bran y Rickon, Theon se lanza a la frenética búsqueda de los niños y así poder ganarse el respeto de sus hombres y de su familia. En toda y cada una de las acciones que realiza, vemos una pizca que duda y arrepentimiento, pero lo hecho, hecho está y no hay vuelta atrás.

La misión de búsqueda fracasa, pero este “príncipe” se las ingenia para regresar con dos pequeños cádaveres a Winterfell, y así probar ante todos que él es quien manda y que no debe ser desafiado. Sin embargo, todos sabemos que Theon no sería capaz. No es un líder, es más bien un seguidor (especialmente de los “consejos” que le da uno de los hombres que debería estar bajo su comando), no tiene la hombría, ni siquiera el cinismo para matar a dos niños pequeños. ¿Me pregunto cuál sería su justificación de todo lo que ha hecho si se encontrara cara a cara con Robb?

En King’s Landing, además del intento de Sansa ( Sophie Turner) de darle las gracias a Sandor Clegane ( Rory McCann), quien no acepta ni por lo bajo un cumplido, y vuelve a justificarse como la única salvación entre Joffrey y ella (cosa que es muy cierta). La pequeña palomita tiene otra inesperada sorpresa. Sí, a Sansa le llegó la oportunidad de poder procrearse con el monstruito de Joffrey, y ahora en verdad le entró el pánico.

A continuación viene una sincera charla entre ella y Cersei ( Lena Heady), en la que la reina reconoce la clase de persona en la que Joffrey se ha convertido, y sabe que Sansa le tiene miedo. Creo que este ha sido uno de los pocos capítulos en los que hemos visto a Cersei tan vulnerable, como si no tuviera nada bajo lo cual esconderse. Y la mejor escena llega entre ella y Tyrion ( Peter Dinklage). Cuestionándose si la abominación a la que dio a luz como fruto del incesto, es realmente el precio a pagar.

El momento fue muy bueno, con una gran actuación de Heady, sin conmover pero hasta llegar al punto que ni Tyrion supo cómo consolarla. Por un instante todo el odio que se profesan, pareció desaparecer por completo.

Ya asentado el rumor, esta es la primera vez que la reina habla sin recelo de la relación que tuvo con su hermano, lo hace abiertamente sin nada que ocultar. Lo mismo hace Jaime desde su cautiverio en el norte.

La confianza no es ciega

En esta occasion Arya ( Maisie Williams) tuvo una breve aparición, pero como siempre, con mucha presencia. Nos encontramos con Tywin Lannister ( Charles Dance) dando instrucciones a la Montaña (al otro Clegane), aunque al final todo termina entre él y la más joven de los Stark. De a poco, Arya parece sentirse más cómoda en presencia de Tywin, pero el esfuerzo por mantener el balance entre la perfecta criada y la niña con actitud y lengua filosa, es bastante notoria. 

Arya se lució con sus saberes acerca de la historia de los Targaryen, cosa que llama mucho la atención a Lannister, al punto en que pareciera que en cualquier momento va a descubrir su identidad. Inevitablemnte algo sospecha, no es muy común que la hija de un albañil sea tan bien hablada y esté tan bien isntruida. Como siempre grandes actuaciones de ambos actores. 

Por su parte, Jon Snow ( Kit Harrington) continúa con sus traviesas aventuras con Ygritte ( Rose Leslie) y continúan con su marcha por las desoladas tierras más allá del muro. Al igual que la semana anterior, la salavaje no deja de molestar a Jon, poniéndolo de lo más incómodo con cuestiones acerca del celibato y la traición.

Después de una largo rato de cómicas líneas, Jon se cansa, y en una mala maniobra, ella vuelve a escapar para luego ser él quien quede cauivo de los salvajes. Me agrada mucho la presencia de Ygritte en la serie, le da cierto tono que le estaba faltando al show. Y con suerte la semana próxima podremos conocer más de la vida de estos salvajes, y tal vez, al famoso Mance Raider. 

En Qarth, Daenerys ( Emilia Clarke) continúa en la búsqueda de sus preciados dragones, pero sigue sin suerte. Para peor, descubrimos que Xaro y Warlock se traen un juego bastante peligroso entre manos, en el intento de Xaro por convertirse en rey.

A esta altura Dany ya no tiene mucho que perder, encima con Irri muerta y Doreah desaparecida, toda esperanza se desvanece de a poco. Inlusive pareciera ser que su relación con ser Jorah se debilita. Tal vez ahora que ha llegado a conocer cuáles son las verdaderas intenciones de Xaro, Dany vuelva a confiar nuevamente en Jorah. 

Como siempre el poder y la constante transformación de los personajes es algo que siempre está presente en la serie. Y a presar de que este episodio fue un poquito más decepcionante, creo que lo mejor está por venir. Tengo esperanza de que los próximos tres episodios nos van a dejar con la boca abierta, o al menos, eso espero.