Crítica de Wilfred 1x10: Aislamiento infantil

La fórmula típica de un episodio de Wilfred gira generalmente alrededor de Ryan y sus problemas, aunque suele hacerse espacio para que el diabólico can evolucione un poco y muestre su costado más sensible. Isolation es una raza mezcla, ya que no está completamente centrado en Wilfred ni en Ryan (al menos en mi opinión) sino que explora la temática del aislamiento en general, empleando a ambos personajes como ejemplos para ilustrar muchos puntos.

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Ryan lleva un estilo de vida sumamente aislado, teniendo un contacto mínimo con el mundo exterior y a pesar de sus frecuentes críticas a esta forma de escapar de la realidad, Wilfred se ve obligado a adoptarla para escapar de una persona del vecindario con quien no quiere lidiar bajo ningún concepto.

A pesar de su desenfrenado consumo de drogas y capacidad de manipulación, Wilfred sigue siendo un perro y tiene las mismas debilidades que cualquier otro integrante de su especie, incluyendo ciertos temores irracionales y propensiones que se vuelven extraordinariamente grotescas y entretenidas cuando son representadas por Jason Gann en un traje de perro.

A pesar de que la actuación de Elijah Wood (quien interpreta a Ryan) es bastante moderada en comparación con la de Gann, este capítulo es un ejemplo perfecto de porque ambos trabajan tan bien juntos, ya que los roles se adaptan perfectamente a sus talentos y estilos actorales.

Puntaje: 8/10- Wilfred no para de sorprender, manteniendo la frescura de sus historias sin recurrir a tácticas estúpidas y apoyándose bien en su estupendo elenco que sigue dominando sus roles con una facilidad envidiable.

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