Los Rugrats fueron una parte importante de Nickelodeon en los años 90. Era una serie animada para niños, con bebés, pero que de alguna manera todos disfrutaban de ver. Las aventuras de estos pequeños dieron para completar decenas de episodios y todavía hoy los recordamos con sus pañales puestos y travesuras siempre pensadas. Muchos ni siquiera tenemos en cuenta la serie All Grown Up! donde eran adolescentes, porque no parece seguir la misma línea.
¿Cómo se verían los Rugrats en el presente? Uno de los artistas originales responde la pregunta

Ahora, años después y siendo que nosotros también hemos crecido, nos preguntamos cómo se verían los Rugrats de adultos. Sin embargo, ya no tenemos que seguir imaginando porque Eric Molinsky, artista de la serie, nos dio una mirada a estos personajes que alguna vez fueron bebés.
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Ya no son bebés

Molinsky trabajó también en The Wild Thornberrys y As Told by Ginger, otras dos geniales series de Nickelodeon. Ahora dio su punto de vista sobre los personajes de Rugrats, incluso presentando este dibujo que puedes ver arriba, y hablando especialmente sobre las versiones de otros artistas. Seguramente has encontrado en internet más de un dibujo con diferentes interpretaciones sobre como se verían de grandes, así que sabes de qué estoy hablando. Según su propia opinión, estas ilustraciones son siempre demasiado realistas o incluso perfectas, lo que no está bien:
“Realmente me molesta, no la calidad del arte, sino la interpretación. Nos referimos a ellos como bebés gordos por una razón. Si alguna vez dibujabamos a los Rugrats demasiado lindos, nuestro productor ejecutivo nos regañaba… así que no. Los Rugrats no crecieron para ser modelos o hipsters con confianza. Especialmente Carlitos. Probablemente crecieron para ser personas normales con una figura no tan agraciada, al igual que sus padres”.
Es genial que los propios artistas sean quienes den sus opiniones, y además nos hace sentir un poco mejor con nosotros mismos, porque no toda la ficción tiene porqué ser perfecta. Estos pequeños bebés crecieron para ser personas normales, probablemente muy agradables, pero sin apariencia de estrellas de cine o supermodelos.









