Cambio de circunstancias en Dexter (Crítica 8x05)

Nos estamos acercando al ecuador de la temporada pero, por lo visto hasta el momento, nadie diría que estamos a ocho capítulos de acabar la serie. Pese a tener un punto de entrada prometedor, la serie no ha sabido encauzar adecuadamente los impactos y consecuencias de la muerte de Laguerta ( Lauren Vélez), propiciando un inicio lento que no está a la altura de las expectativas.

Arrepentimiento

Tras el desencadenar de acontecimientos del anterior episodio, lo último que esperaba es que Deb ( Jennifer Carpenter) perdonase a su hermano y se revirtiese el sentimiento de culpabilidad hacia ella. Un escenario radicalmente opuesto al visto hasta el momento; ahora es Deb la que quiere solventar cualquier problema con Dexter ( Michael C.Hall).

Mi pronóstico en el anterior review de que Deb trataría de encerrar a Dexter por todos sus crímenes se va a pique a las primeras de cambio. Hubiese sido interesante un cambio de rumbo en la serie de esta índole, que deparase escenarios desconocidos para Dexter. Al tratarse de la última temporada esperaba más valentía por parte de los guionistas en la toma de decisiones difíciles y menos capítulos de transición como el actual..

Nueva pareja

A las mujeres siempre les han atraído los hombres misteriosos y con una parte oscura que ellas puedan cambiar. Dexter reúne todos los requisitos para conquistar a la doncella que desee, el problema llega cuando tiene que empezar a estrechar lazos sentimentales; allí es donde el asesino se muestra más incómodo.

Una bella vecina parece tener interés en Dexter y Jamie ( Aimee Garcia) pone todo de su parte para que acaben conciliando. Tampoco veo cómo esta posible relación puede ser significativa en lo que resta de serie, a no ser que sea el detonante que propicie el retorno de la gran Hannah Mckay ( Yvonne Strahovski). Tengo esperanzas de que Hannah cobre un papel relevante en la recta final, ya que su personaje puede ser el revulsivo dinamizador que requiere la serie en estos momentos.

Secuestro 

La doctora Vogel es secuestrada por el destripador de cerebros, que finalmente era un antiguo paciente resentido por el tratamiento que le hizo años atrás. Desde el minuto uno sabíamos que en esta temporada Dexter no tendría antagonista y que la trama del descuartizador de cerebros no duraría demasiados capítulos.

Brillante Charlotte Rampling en las escenas ante el asesino, el personaje de la doctora sigue mostrándose enigmático y un tanto siniestro, siendo a estas alturas uno de los puntos más fuertes de la temporada. Espero que, conforme avancen los capítulos, Vogel nos ofrezca más secretos escondidos de los orígenes de Dexter, tal y como nos prometieron los productores.

Sargento

Quinn es el gran favorito para ser el nuevo sargento del departamento policial y el personaje mejor situado para empezar a sospechar de los Morgan. El personaje de Desmond Harrison no tiene demasiados adeptos entre el público debido a las tramas absurdas que los guionistas le han ido dando una y otra vez, así que queda la duda de si es el más idóneo para un papel tan clave.

Trabajo en equipo

Lo impensable se hace realidad en este capítulo; Deb y Dexter trabajando conjuntamente para ‘cazar’ al destripador y salvar a la doctora Vogel. Uno de los sueños de muchos fans hecho realidad, aunque no creo que Deb continúe de cacería con Dexter durante mucho tiempo. 

La evolución de Deb me parece algo precipitada, no deja de resultar contradictorio que ahora siga a su hermano ciegamente, cuando hace un capítulo intentaba matarlo. La escena final no nos deja el cliffhanger de rigor, pero a cambio nos muestra a Deb y Vogel en el barco de Dexter mientras éste tira el cuerpo muerto del destripador al mar.

La mirada que Deb lanza a Dexter parece confirmar que, de una vez por todas, le comprende y acepta. Los sentimientos hacia su hermano son tan fuertes e inescrutables que, pese a todas las desavenencias, Deb nunca podrá dejar de quererle. E aquí la gran disyuntiva a la que debe enfrentarse Deb en lo que resta de temporada; si seguir a su hermano o ir en contra suya. No valen las medias tintas y menos cuando estamos hablando de una situación tan límite como la actual.

Los hermanos Morgan encuentran cierta estabilidad y aparcan sus conflictos por el momento, aunque su relación ha dado tantas idas y venidas recientemente que no les extrañe volver a verlos enfrentados. Jennifer Carpenter y Michael C.Hall consiguen llenar la pantalla en cada una de sus apariciones, por lo que es todo un acierto que la dinámica entre ellos sea la temática central de la temporada.

Pese a que estos primeros capítulos están resultando decepcionantes por su falta de ritmo, mantengo la esperanza de que los guionistas nos tengan preparado una recta final de escándalo. Básicamente por las incorporaciones venideras de Hannah Mckay y de Kenny Jhonson, que prometen entrar como un torpedo en la vida de Dexter y derruir los cimientos que componen su estabilidad.