Ser director de cine va más allá de dar órdenes a los actores o decir “¡acción!” a todo pulmón. Es una tarea más compleja de lo que se cree.
5 películas que deberíamos ver si quisiéramos ser directores de cine

Un director de cine tiene una idea de cómo será la historia, plantea el enfoque que debería tener y coordina varios elementos para materializar, finalmente, lo que su cabeza había estado ideando.
Esto, además, debe estar acompañado por un espíritu firme, determinado y creativo. Se dice fácil a primera vista.
Afortunadamente, si aspiras a convertirte en un Jim Jarmusch o un Orson Welles, tendrás material suficiente para inspirarte con estos ejemplos de películas para futuros directores de cine.
Citizen Kane (1941)

Es, quizás, la recomendación más obvia. Este film de 1941, aún permanece como una obra influyente y destacada dentro de la historia cinematográfica a pesar que, durante su estreno, pasó casi desapercibida en la taquilla.
La historia de un joven idealista que se transforma en un hombre en la búsqueda incansable del poder. Esta histora está acompañada de elementos técnicos y argumentales impresionantes.
Técnicamente, Citizen Kane se vale de planos contrapicados, planos con una gran profundidad de campo y de un claroscuro que nos recuerda al expresionismo alemán.
En la trama, la historia se vale de flashbacks y de varios puntos de vista que ayudan a construir la imagen de Kane.
La música, la banda sonora y los efectos especiales, tampoco se quedan atrás. Dan grandes lecciones a quienes quieren aventurarse a este mundo tan extenso.
2001: A Space Odyssey (1969)

No se puede hablar de cine sin nombrar a uno de los grandes: Stanley Kubrick. En este film, Kubrick revolucionó todo lo que significaba el cine de ciencia ficción. Los efectos especiales, por ejemplo, fueron ejecutados impecablemente. Pero esto es solo el principio.
La música y la casi ausencia de diálogos, llevan al espectador a un viaje complejo sobre la evolución, la existencia del ser, los peligros de la inteligencia artificial y del destino de la raza humana. Todo esto, llevados con meticulosidad y la simetría tan característica de este director.
Conclusión: Una maravilla cinematográfica.
Tokyo Story (1953)
La belleza del film de Yasujiro Ozu radica en una historia común y, en cierta medida, desgarradora: unos padres que viven en un pueblo, deciden visitar a sus hijos en la ciudad de Tokio. Estas generaciones colisionan debido a la evolución vertiginosa de la sociedad. Todo para dejar claro que existe un gran abismo entre ellos.
Ozu se valió de pocos movimientos de cámara, elipsis y de ángulos complicados. El verdadero punto fuerte es una trama sobre personajes realistas y cotidianos. De alguna manera, el director japonés nos dice que para realizar un buen film no es necesario ejecutar técnicas complicadas o extravagantes.
Day for Night (1973)
La nouvelle vague fue una época interesante, no sólo para el cine francés sino también para la industria en general. Las películas pertenecientes a esta época, destacaban por planos atractivos y estéticos que sirvieron para inspirar a nuevas generaciones.
Uno de los exponentes más destacados, sin duda, fue François Truffaut que llevó este film a otro nivel. La historia se maneja como una serie de crónicas durante las grabaciones de una película. Las incidencias no sólo son frente al lente, sino también detrás de cámaras, en donde los actores tienen conflictos, amores y desencantos.
En esta obra, vemos cómo se expone y se desarrolla el punto de vista del director sobre la trama y, además, resalta un detalle importante. En una escena, algunos libros de directores de cine que Truffaut tanto admiraba: Rossellini, Hitchcock, Bresson y Jean-Luc Godard.
Esto es un mensaje claro que, para ser director o trabajar en la industria, es necesario rodearte de los conocimientos de tus predecesores.
Jodorowsky’s Dune (2013)
El director chileno Alejandro Jodorowsky planificaba llevar a la pantalla la obra de ciencia ficción, Dune de Frank Herbert. Para más emoción, Jodorowsky se rodearía de grandes figuras del arte y el cine como Orson Welles, Salvador Dalí, el ilustrador inglés, Chris Foss, el grupo musical, Pink Floyd y el escultor y artista gráfico suizo, H. R. Giger.
La expectativa eran altas pero, por problemas financieros, la productora suspendió el proyecto y el film permaneció en una especie de limbo hasta que fue retomada, en 1984, por David Lynch.
Todo este planteamiento, aparece en el documental de Frank Pavich que deja claro que la historia y el arte de Dune sirvieron para inspirar películas de ciencia ficción posteriores, como Alien y Star Wars.
Una magnífica obra que de seguro te hará sentir capaz de ejecutar cualquier proyecto.
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