Chiquis habla con su papá, al que Jenni Rivera llevó a prisión por abuso sexual de menores
De toda la gente que Jenni Rivera dijo que le hizo daño, al único que la diva de la banda quiso matar, en serio, fue a José Trinidad Marín, su primer marido. Optó por confiar en la justicia y celebró en el 2007 cuando a "Trino" lo sentenciaron a 31 años de cárcel por abusar sexualmente de sus hijas Chiquis y Jacqueline (Jacqie) y también de su hermana Rosie.
"Se me revuelven las tripas" de sólo pensar en esa "rata", consignó la Diva de la Banda en el quinto capítulo de 'Inquebrantable', sus memorias publicadas en 2013, seis meses después de que falleciera en un accidente aéreo.
Sus sentimientos por Marín, con quien procreó a Chiquis, Jaqie y Michael, parecían compartidos por sus familiares, pero a días del cuarto aniversario luctuoso de Jenni Rivera, la situación ha cambiado.
Chiquis y Jacqie, sus dos hijas mayores, han restaurado la comunicación con su padre, conocido como “Trino” Marín, mientras que su tía Rosie Rivera apoya las acciones reconciliatorias, más no ha hablado con el hombre que abusó de ella desde que tenía siete hasta los 11 años.
La ruta hacia la reconciliación ha quedado expuesta públicamente en 'The Riveras', el programa que los herederos de Jenni Rivera mantienen en la tele anglosajona.
"No creo que Dios todavía lo odie"
Poco antes del pasado día de Acción de Gracias, la segunda hija de la fenecida cantante, Jacqie, reveló que su padre llevaba más de un año enviándole cartas y pidiéndole que lo visitara.
Interpretó esa insistencia de Marín como una señal de Dios, que abría puertas para sanar heridas y cerrar capítulos en su vida. “Quiero saber qué siente y si alguna vez pensó en mí (…) Tal vez pida perdón y podamos tener una relación" expresó esperanzada a su tía Rosie Rivera.
“No creo que Dios todavía lo odie”, le aseguró la única hermana de Jenni Rivera y quien el año pasado publicó el libro ‘Mis pedazos rotos’, en el que describe el brutal abuso al que su cuñado “Trino” Marín la sometió cuando era niña.
Chiquis, quien escribió sobre los abusos que sufrió en su libro 'Perdón', también le dio luz verde para que fuera al encuentro con su padre biológico.
A Jacqie la frenaba el miedo a que públicamente se conociera que ella había reestablecido contacto con su padre. Sentía que “gente que cree que quiere a mi mamá mucho más que yo” pensaría que ella la estaba traicionando.
Pero a Jenni Rivera, le recordó su tía Rosie, “la gente le robaba, la golpeaba, la traicionaba y en cuanto venían y se disculpaban -‘era como si nunca hubiese ocurrido’”, interrumpió y completó Jacqie.
Finalmente y en compañía de su esposo, visitó a su padre en prisión. Luego, han seguido fortaleciendo la relación a través del teléfono.
Michael se pregunta qué quiere "Trino"
En días recientes, según videos publicados en YouTube, Jacqie estaba en la casa de Chiquis cuando su padre “Trino” Marín la llamó desde la cárcel. Decidió compartir la conversación con su hermana y así fue que la primogénita de Jenni Rivera reconectó con él.
Tras casi 20 años de no recordar ni cómo se escuchaba su voz, Chiquis le contó que tiene un salón de belleza “que no sé si lo voy a vender o qué voy a hacer con él. Y, pues, en mi carrera”.
Volver a escucharlo generó emociones positivas en ambas hermanas. Otra es la situación de su hermano Michael, quien incluso se cambió el nombre para romper todo lazo con el hombre que tanto daño le hizo a su familia.
Confesó que la primera vez en sus 25 años de vida que escuchó la voz de su padre fue a través del altavoz del teléfono de Jacqie, cuando Chiquis hablaba con él.
Michael, cuyo nacimiento describe Jenni Rivera en ‘Inquebrantable’ como uno de los momentos más íntimos entre una madre y su criatura, ambos solos en una camilla, expresó reservas sobre las razones por las cuales su padre biológico estaba buscándolos en estos momentos.
Pidió también tomar en cuenta las opiniones de sus otros dos hermanos, Jenicka y Johnny, hijos de Jenni Rivera con Juan López, quien falleció en el 2009.
José Trinidad Marín fue condenado a 31 años de prisión por abusar sexualmente de sus hijas, Jacqueline y Chiquis y de su cuñada Rosie Rivera, cuando éstas eran niñas.
Desde el 2010 ha solicitado que se le conceda el privilegio de libertad bajo palabra, lo que le ha sido negado.
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