Ómar Bravo anuncia el final de su carrera como futbolista profesional, en un recorrido de 17 años en los que dejó en alto a muchos colores, entre ellos a los del 'Tri', gran razón para tener respeto de los hinchas.
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Aún así fue su legendario paso por Chivas de Guadalajara, del que es goleador histórico con 160 goles, uno de los grandes sellos en su carrera.
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Con Chivas fue campeón de la Liga en 2006 y fue condecorado en el torneo con tres Balones de Oro, lo que habla de su gran trayectoria.
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A su regreso, volvió para ser campeón de la Copa MX en 2015 y demostrar que su veteranía (35 años en ese momento) era un valor agregado en el equipo.
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Incluso se fue del equipo por última vez (tuvo tres etapas) como campeón de la Supercopa finales de 2015.
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Bravo es un hombre dedicado a sus seres queridos e incluso en su momento explicó que su decisión de migrar al fútbol de Estados Unidos fue por su familia.
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El sello que dejó Bravo en Chivas de Guadalajara lo hacen un emblema y símbolo para el club, que tiene todo el respeto de los directivos.
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Bravo tuvo un paso por Europa, en Deportivo La Coruña, en 2008. Allí ganó la Copa Intertoto.
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En 2009 volvió a México con Tigres sin éxito y tuvo una decisión polémica al llegar a Atlas, gran rival de Chivas, en donde mostró todo su profesionalismo.
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En los
Zorros estuvo un año y en 33 partidos disputados anotó 13 goles, todo un ejemplo de integridad a pesar de que su amor eterno es Chivas de Guadalajara.
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De igual forma, Bravo tuvo un paso por Cruz Azul en 2012 y con la máquina celeste marcó 7 goles en 42 partidos.
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Durante su paso por Sporting Kansas de la MLS fue Bota de Oro y el Mejor Latino en esa liga en 2011.
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Con la Selección Mexicana disputó 67 partidos y marcó 15 goles en sus participaciones en eliminatorias, Copas América, Copas Oro, Juegos Olímpicos y, lo más grande, por su paso en el Mundial del 2006.
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Con el
Tri, Bravo dejó todo ese espíritu combativo y por eso se ganó el respeto de grandes emblemas del equipo, que lo reconocen como un crack.
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Además, puede presumir que marcó dos goles en el Mundial de Alemania de 2006 con México, todo un orgullo.
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Además, con México fue dos veces campeón de la Copa Oro en 2003 y en 2009, además de ser subcampeón en 2007. En Copa América fue tercero en 2007.
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Omar Bravo, cuya carrera tuvo como últimos pasos Carolina RailHawks y Phoenix Rising FC en Estados Unidos, dejó un legado de 17 años imborrable en el fútbol mexicano