El primer registro existente del vodka data del siglo XIV. Inicialmente fue llamado zhizennia voda que significa “ agua de la vida”, término que posteriormente se redujo a vodka que significa “agua pequeña”, “agüita querida” o “arroyito” dependiendo de la traducción.
Vodka, el agua de la vida

Como muchas bebidas, el vodka era originalmente una bebida local, hecha con cualquier excedente de grano o material a base de almidón que hubiera disponible. La leyenda dice que el vodka fue originalmente hecho con papas, pero ahora es producido casi en su totalidad con los granos más baratos disponibles. Las mejores marcas utilizan sólo granos (generalmente cebada, trigo o centeno). Algunas vodkas polacas dejan en claro el hecho de que son hechas con papas.
El vodka es una de las bebidas más fáciles de hacer. El molido de granos se fermenta y luego se destila en un alambique continuo. Luego el destilado se filtra en carbón vegetal o cristales de cuarzo, y el producto se reduce a la graduación que tendrá en la botella con agua destilada. El vodka es en general perfecto para la mezcla, y en eso reside su encanto.
Aún así, ya que estamos entrando en el invierno, es un buen momento para recordar la tradición rusa en el hábito de tomar vodka. En Rusia sí saben de frío. Los rusos no la mezclan con jugos de fruta. La toman como aperitivo, en las entradas de las comidas, sola y de un “tiro”, acompañada por un brindis. La tradición indica que los tres primeros “tiros” son obligatorios. Si quieres intentarlo, asegúrate de que la comida que acompañe o que suceda al brindis, tenga alto contenido de sal, lo que reducirá los efectos del alcohol.
Algo que no es tan conocido es que el vodka como bebida neutral puede ser usado para cocinar. Se necesita sólo una pequeña cantidad para realzar y destacar sabores en platos como verduras y sopas.







