Quizás la avena no tiene el encanto del pastel de chocolate o los panqueques americanos. Sin embargo, no tienes por qué resignarte a comer un tazón soso o pegajoso: empiezo casi todos los días con un plato de avena y hasta ahora no me he aburrido. Y tú también descubrirás que tus desayunos con avena serán magníficos si sigues estos 6 datos.
Tus desayunos con avena serán magníficos si sigues estos 6 datos

1. No te olvides de la sal

Si bien las instrucciones del paquete de avena pueden indicar que la sal es opcional, en realidad no lo es. Y aunque tu plato de avena no debería saber añadir una pizca fuerte ayudará a mejorar su sabor y textura.
Sólo asegúrate de sazonar al gusto después de cocinarla; si la agregas al principio, la avena liberará menos almidón y la textura resultante no será tan cremosa.
2. Evita la avena instantánea

Es cierto que la escamosa avena instantánea precocida se puede cocinar a fuego lento más rápido, pero con un inconveniente: el tazón de avena resultante no será tan sabroso.
En su lugar, prueba los copos de avena laminada. Estas opciones no sólo son más sabrosas y robustas, sino que te ayudarán a sentirte satisfecha por más tiempo.
Tienes que probar: Avena, una deliciosa base para el desayuno
3. Cambia el agua por otros líquidos

Cambia o mejora el sabor de tu avena experimentando cambiar el agua por otros líquidos. Para un plato más cremoso, sustituye la mitad del agua por leche común, o leches alternativas como la de almendras o la leche de soja.
4. Juega con la textura

Mezclar la avena con banana en rodajas o bayas no es una novedad, pero hacerlas puré o cocinarlas a fuego lento permite que su sabor se infunda en todas partes.
Prueba añadir media taza de bayas congeladas (frambuesas, cerezas, frutillas, arándanos, moras) por porción en los últimos minutos de cocción, lo que les permite cocinarse a fuego lento junto con la avena. O añade puré de plátano, media taza de puré de calabaza, o compota de manzana después de que la hayas terminado de cocinar. Para darle un toque especial, espolvoréala con nueces o semillas tostadas picadas.
5. Prepara muesli

Hasta puedes planear con anticipación tu avena en el desayuno si preparas muesli. Todo lo que tienes que hacer es remojar la avena durante la noche en leche o yogur, y a la mañana siguiente obtendrás una avena con textura similar a la cocido a fuego lento, y estará lista para comer a primera hora de la mañana siguiente.
6. Experimenta con nuevos sabores

Al igual que la pasta, el arroz y el pollo, la avena es un alimento muy versátil al que puedes incorporar toda una serie de nuevos sabores.
Revisa tu armario, nevera, congelador y frutero para descubrir nuevas opciones. ¡Y no te olvides de hurgar en el especiero!
¿Qué otras ideas para disfrutar más de la avena puedes compartir? ¡Comenta! Y prueba este saludable desayuno de avena con manzana y canela.





