Estás en una sala de cine a oscuras en medio de una película especialmente emocionante e interesante, pero no logra concentrarte porque la persona que está detrás de ti está masticando ruidosamente sus palomitas de maíz. Y cuando el malvado masticador de palomitas termina, la mujer de al lado comienza a masticar chicle con la boca abierta…Ufff. Si alguna vez te ha irritado escuchar a otras personas haciendo ruido mientras comen, la ciencia quiere decirte que tienes misofonia.
¿Te irritan las personas haciendo ruido mientras comen? Esto es lo que la ciencia quiere decirte…

Qué es la misofonia

La misofonia es una condición, identificada y nombrada en los últimos 20 años, en la que ciertos sonidos pueden conducir a alguien en un arranque de rabia o disgusto. Las personas con misofonia tienen síntomas y factores desencadenantes específicos, y son sensibles a ciertos sonidos, aunque ocasionalmente pueden verse afectadas por factores desencadenantes visuales.
En un estudio de 2013 llevado a cabo por Arjan Schroder y sus colegas de la Universidad de Amsterdam, identificaron los irritantes más comunes como los sonidos que hacemos al comer (como relamerse los labios y la deglución), sonidos nasales (incluyendo sonidos de las fosas nasales y estornudos), y los sonidos de las mano (como escribir en la computadora).
Por otro lado, los psicólogos creen que la incapacidad para impedir la entrada de información sensorial irrelevante podría estar fuertemente ligada a la creatividad y la inteligencia superior a la media. Ser demasiado sensible al sonido puede estar en realidad detrás del talento de personas como Charles Darwin, Anton Chéjov y Marcel Proust.
Curiosidades de la misofonia
Los hallazgos publicados en la revista Neuropsychologia sugieren que a las personas con esta condición puede resultarles más fácil pensar creativamente mientras su mente se concentra, en lugar de atender a todo tipo de cosas a la vez.
Los investigadores están recien empezando a comprender plenamente la ciencia detrás de misofonia, pero los datos preliminares indican una hiperconectividad entre el sistema auditivo y el sistema límbico (la parte del cerebro responsable de generar emociones). También han realizado conexiones entre la misofonia y otras condiciones tales como el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de estrés postraumático.
Las personas que sufren de misofonia deben pensar creativamente para encontrar maneras de filtrar los sonidos molestos. Así que la próxima vez que estás muy molesta porque tu compañera de trabajo hace mucho ruido al masticar su barra de granola, recuerda que eres capaz de encontrar formas creativas para detenerla sin ser grosera. ¡Utiliza ese poder superior de tu cerebro para hacerlo!
Ahora que conoces qué es la misofonia, sigue descubriendo más curiosidades de la ciencia y la comida con este estudio que comprueba cuál es la comida preferida por los humanos.









