Algo pasa en México que últimamente está volviendo a recuperar sus tradiciones en lo que a tragos se refiere. Si el tequila sigue siendo el destilado más conocido a nivel internacional del país azteca, el mezcal no le va a la zaga y se recupera en cada antro de la ciudad y en los paladares más exigentes, por no hablar del legendario pulque.
Sotol: ni tequila ni mezcal

Pero faltaba otra de las bebidas típicas y más tradicionales, esta vez con carácter puramente norteño: el sotol.
El sotol: la recuperación de un mito

Pero empecemos por el final para después contar algo de la historia del nacimiento del sotol. Hace poco menos de una década el sotol era un destilado desconocido fuera de México y poco consumido en territorio propio, excepto en tres estados que hoy tiene denominación de origen para producirlo: Coahuila, Durango y Chihuahua.
El sotol, al igual que sus “hermanos de alcohol” es un destilado de alta graduación, que va desde los 38 hasta los 45 grados, y también se elabora a partir de una variedad de agave, la Dasylirion wheeleri.
Esta variedad es endémica de la región que crece de manera natural y salvaje en el Desierto de Chihuahua y zonas aledañas. A la Dasylirion se la conoce directamente como sotol o sereque.
Su forma de producción sigue siendo totalmente artesanal, al estilo del mezcal y, por lo tanto, está c onsiderada como una bebida orgánica con un doble destilado a partir de la fermentación de la planta.
De la tradición a la comercialización

Para quienes no se decidan entre los tequilas más suaves o los mezcales de sabor más fuertes, el sotol puede ser una alternativa intermedia.
Hay que dejar bien claro que es el sotol es una bebida completamente distinta, sin embargo su forma de elaboración, su raíz común en la planta aunque con otra variedad, hace recordar las cualidades más preciadas de ambos destilados.
El sotol se consumía por los indígenas autóctonos del norte de México y era empleado junto con el peyote para rituales y celebraciones, y sólo cambió con la introducción del proceso de destilado que llegó con la conquista española.
La cocción de la planta en hornos de leña enterrados le confiere un sabor ahumado inconfundible y una textura que lo convierten en un trago ideal para ser consumido solo, para elaborar cocteles o combinado.
Según la recientemente creada (en 2002) denominación de origen, existen cuatro variedades de sotol que se asemejan a la clasificación del tequila y el mezcal: Sotol blanco o silver, joven o gold, reposado o aged y añejo o extra-aged.
Al igual que con el tequila y el mezcal ya es muy común encontrar establecimientos donde podemos pedir un trago de sotol y, tal vez muy pronto, podamos ver alguno dedicado en exclusiva a esta bebida, al igual que existen mezcalerías y pulquerías recuperadas.
¿Has probado alguna vez el sotol? ¿Qué destilado te gusta más, el tequila, el mezcal o el sotol?







