Cuando nos encontramos por primera vez frente a la cocina paraguaya y escuchamos sobre la sopa, inmediatamente se nos viene a la mente un plato líquido con vegetales. La sorpresa es grande cuando nos damos cuenta que es sólida, pero una vez la probamos no podemos parar de comerla. La sopa paraguaya es una de las comidas latinoamericanas que no podemos dejar de probar.
¿Sopa sólida? Conoce el secreto de la sopa paraguaya

Sus ingredientes básicos son la harina de maíz, el queso, los huevos, la cebolla y la leche. Si bien cada persona tiene su estilo, la receta es más o menos similar en todas las versiones. Como muchas comidas, tiene una historia por detrás, aunque no podemos saber a ciencia cierta si es verdadera.
¿Dé donde viene entonces?
Según se cuenta, el primer presidente, Carlos Antonio López, pidió un día un plato de sopa de maíz. Debido a un error se colocó demasiada harina de maíz y quedó más bien espesa, así que temiendo la ira del mandatario, la persona encargada la cocinó en una asadera y la sirvió en la mesa.
Por suerte, el presidente aceptó el nuevo platillo y de hecho le gustó bastante. De ahí en adelante se volvió popular como plato del país. La segunda versión habla de que es incluso más antigua y la cocinaban los nativos en vasijas. Cuando llegaron los españoles la llamaron sopa paraguaya, en oposición a la sopa tradicional.

Como se suele reconocer, la sopa paraguaya es una mezcla de las costumbres guaraníes y españolas en la región. Por un lado, la harina de maíz típica y por el otro los ingredientes usados por los recién llegados al continente, como el huevo y la leche.
Actualmente se sirve en ocasiones importantes y festividades, pero también es uno de los platos preferidos de los hogares paraguayos. Si estás buscando una receta, aquí te dejo una, para que pruebes en tu propia cocina.
Ingredientes:
- 1 kilo de harina de maíz.
- 6 huevos.
- 300 gramos de queso cremoso o queso fresco.
- 350 gramos de cebolla.
- 1 taza de leche.
- 1 y 1/2 cucharadita de polvo para hornear.
- Mantequilla.
Preparación: Calienta el horno a 170°C. Prepara un envase grande para el horno, de unos 20x20 centímetros y unta mantequilla en toda su superficie para que no se pegue la mezcla. Deja a un lado.
Hagamos la sopa. Bate los huevos y la leche hasta que estén bien mezclados. Licua la mitad de tus cebollas y la otra mitad corta en trozos muy pequeños. Ralla el queso o si es cremoso simplemente mezcla con los huevos y la leche. En un bowl mezcla la harina y el polvo para hornear y luego une todos los ingredientes y mezcla bien.
Cuando esté bien integrado, añade al bowl que ya preparaste y mete al horno por 10 minutos. Ve y baja la temperatura a 140°C, bastante baja y cocina unos 30 minutos más o hasta que esté bien firme o cuando metas un cuchillo en el centro, este salga limpio.








