Qué significan los ‘versos típicos’ de las catas de vino

Hay una cosa que identifica a las personas que frecuentan catas de vino… hablan un idioma un poco extraño para el resto de los mortales…

Hoy les propongo analizar el significado de esas frases inentendibles para aquellas personas que no están familiarizadas con el mundo del vino, a la vez que desmentimos algunos mitos.

1. "¡Qué taninos tiene este vino!"
El tanino en vista sólo puede encontrarse en el borde de la copa y es de color amarillo. Sólo es posible advertirlo en vinos con un par de años de edad.

Los taninos son una sustancia vegetal que se encuentra generalmente en la corteza de los árboles, en la uva está en el raspón o escobajo, en la piel del grano de uva y en la pepita. Se siente principalmente en la boca, ya que tienen la propiedad de coagular la proteína de la saliva (mucina), nos provoca sequedad, y nos arruga las encías y el resto de la boca.

2. "Este es un gran vino. Miren las lágrimas que forma en la copa."
Las "lágrimas" o "piernas" que se forman en la copa por la capilaridad del vino no son de ningún modo sinónimo de calidad. En general, sólo da una idea de la glicerina y el alcohol que contiene el vino: la "lágrima" gruesa que cae lenta significa mayor nivel de alcohol en el vino. Pero también hay que tener en cuenta la rugosidad del vidrio de la copa y cómo y con qué elementos fue lavada.

3. "Por el color, se nota que este vino tiene cuerpo."
El cuerpo no se puede definir por la vista porque se trata de una sensación táctil y térmica en la boca. El vino -con su alcohol, fruta, taninos, acidez y agua- determina un peso, una textura, fluidez, untuosidad y tracción desde la punta de la lengua hasta que es tragado. Esto es el cuerpo del vino y nada tiene que ver con los ojos.

4. "Miren el corcho largo y esta botella pesada y con picada. Este es un vino de calidad."
Todo eso nada tiene que ver con la calidad, el corcho es quizás el insumo más caro en la producción de vinos. Hay vinos que no son especiales pero tienen corchos grandes.

5. "El vino tinto se toma a temperatura ambiente y el blanco, helado."
Cuando se habla de temperatura ambiente la referencia es una cava, que ronda los 10 ó 12º C, y no un ambiente doméstico, que oscila entre los 20 y 22º C.

Un blanco, si está helado debajo de los 4º C, provoca que las papilas se adormezcan y ya no se sienta ningún atributo. Sólo será un líquido que pasa de largo y sólo se apreciará, con suerte, al final de boca.

En los tintos lo ideal es beberlos a una temperatura de entre los 14°C y 18°C. A mayor temperatura comienzan a perderse cualidades positivas del producto, los aromas y sabores agradables desaparecen y prevalece el alcohol.