En El Gran Catador ya hemos hablado de recetas de sangría y otras opciones para elaborar con direntes vinos, pero hoy les traemos recetas de una preparación muy especial y tradicional de Inglaterra, Austría y países nórdicos: el llamado Mulled Wine (en español sería algo así como " vino especiado")
Mulled Wine: el sabor único del vino especiado

Una bebida típica de Europa
Generalmente, forma parte de las bebidas Navideñas u otras celebraciones similares y lo que hace especial a esta sangría es que se sirve caliente. Cada país tiene su denominación especial y una receta diferente, aunque es la versión inglesa de Mulled Wine la que está más difundida.
Algunos de los nombres por el que se lo conoce son: Glühwein en Alemania y Austria; Gløgg en países como Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia —aunque en algunos de ellos la denominación varía sutilmente— o Vin chaud en Francia.
Muchos afirman que se trata de una bebida que incluso el hombre del Medioevo disfrutaba, ya que existen evidencias de recetas similares que datan del siglo XIV.

Cada lugar tiene sus variedades e ingredientes particulares, pero la base de la bebida generalmente siempre es la misma: vino, canela y otras especias y una gran cantidad de azúcar. Dependiendo de las diferentes variedades de cada región, al contenido se le agrega rodajas de naranja o limón, algún licor o inclusive alguna bebida más fuerte, como vodka.
A continuación, les dejamos una de las tantas recetas de vino especiado que existen:
Ingredientes
- Una botella de vino tinto. Puede ser Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot o Syrah/Shiraz. Evitar el Pinot Noir.
- Una naranja y limón pelados y cortados en rebanadas. Conservar la cáscara para la cocción
- Una cucharadita de nuez moscada molida
- Dos cucharaditas de jenjibre molido
- Cinco clavos de olor enteros
- Tres palitos de canela
- Dos anís estrella
- 1/2 taza de azúcar ( miel es otra opción)
- 2/3 taza de brandy o coñac (o no, son un ingrediente secundario)
- 1/2 taza de agua
Preparación

Combinar todos los ingredientes en una olla grande donde puedan cocerse lentamente. Suavemente calentar los ingredientes a fuego lento o medio, sin que lleguen a hervir, durante 20-25 minutos.
Revolver de vez en cuando para asegurarse de que la miel o el azúcar se hayan disuelto completamente. Una vez que el vino esté largando vapor y los ingredientes estén bien integrados, apagar el fuego. Verter en tazas, sin los condimentos, y adornar con un segmento de naranja sanguínea.
En días fríos, una bebida caliente como esta debe ser más que placentera. ¿Se animan a probarla?







