Mezcal: La polémica denominación de origen

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Al igual que en el caso de los vinos, el mezcal ya tiene desde hace unos años su propia Denominación de Origen para certificar la calidad de este destilado.

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Esta gran noticia para los mezcólatras a veces suele ser un quebradero de cabeza para las empresas productoras de mezcal ya que la mayoría de ellas aún siguen usando artes totalmente artesanales, lo que, por otra parte, le infunde ese sabor y carácter único.

Defensa oficial de la DO

México es un país en el que el mal llamado negocio de las imitaciones procedentes del lejano oriente no tiene cabida, y no porque no existan, sino porque todas las copias son propias y son tantas que la conquista del contrabando allende los mares no tiene cabida en este país.

De ahí que la COMERCAM (Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcales) es una garantía de que estamos consumiendo mezcal auténtico, elaborado según la tradición y nada de falsos licores.

Este consejo regulador se encarga de controlar los procesos de elaboración así como de garantizar que las marcas registradas bajo su tutela ofrecen al consumidor productos de calidad óptima, evitando imitaciones, fraudes y, en definitiva sucedáneos de mezcal.

Curiosamente, el mercado chino es hoy día el principal consumidor de espirituosos del mundo y México exporta una cantidad nada despreciable de mezcal por muchos otros países, aunque la mayor parte de la producción sigue siendo para consumo interno.

En contra de la DO

No es que tengamos que nombrar siempre al tequila cuando se habla del mezcal, pero es que, como dice el Tío Corne, "El mezcal se hace en 21 estados de la República, no sólo en los 7 que tramposamente la Denominación de Origen estableció, excluyendo a 14 estados más".

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De hecho en la Ciudad de México se hizo mezcal hasta el S.XIX. Cornelio I. Pérez Ricardez (el "Tío Corne"), es un maestro mezcalero de Oaxaca, la pionera y principal región productora de mezcal y es el “misionero del agave” y líder de la Logia Mezcolatras, “un grupo de amantes del mezcal que se reúnen cada martes en 'Fly', un bohemio antro en la Colonia Roma de la Ciudad de México.

Pero entre la Roma, Coyoacán, la Condesa y la Del Valle es posible encontrar ya decenas de mezcalerías, algunas que no quieren participar de las exigencias de las DO y otras más (demasiado) chic en las que se hacen cursos de cata de mezcal.

En la Roma hay varios locales de La Botica (que tiene una “embajada” en Madrid), de ambiente totalmente mezcalero, donde sólo se sirve el trago acompañado de unos chapulines (saltamontes tostados) o de quesillo (queso tipo Oaxaca), mientras que en Coyoacán están las míticas Oh, Mayahuel! (actualmente denominada Corazón de Maguey) y el famoso restaurant productor de su propio mezcal Los Danzantes.

Para todo mal, mezcal y para todo bien, también

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Y los amantes del mezcal añaden: “Y si no tiene remedio, litro y medio”, que, aunque pueda parecer una cantidad exagerada, al menos tenemos la seguridad de que, al día siguiente, no vamos a “mentarle la madre” ni a los productores, ni a los de la DO ni, mucho menos al penúltimo trago, porque el último nunca se sabe cuándo llegará.

¿Has probado los distintos tipos de mezcal? ¿Qué te parece esta bebida?

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