Aunque para unos es papa y para otros, patata, este modesto alimento no necesita de presentación. Ingrediente fundamental en la cocina y en la dieta, nos resulta tan cotidiano que parece que siempre estuvo en la alacena.
Historia de la patata

Pero pocos conocen el origen de la patata. Si hacemos un poco de memoria, enseguida caemos en la cuenta de que no siempre fue así y que con su migración a Europa y al resto del mundo desde su América del Sur natal, se hizo imprescindible para la alimentación, así como para la práctica de la gastronomía mundial.
Por esta razón, en el siguiente queremos dar un pequeño y sano reconocimiento a este tubérculo de apariencia humilde, pero con una gran historia por narrar. Veamos entonces la historia de la papa.
El origen y la historia de la papa
Todos sabemos que la papa proviene de América, concretamente de la región andina. Fuentes arqueológicas parecen evidenciar su existencia entre pueblos prehispánicos en Chile y Perú hacia el 500 a.C, tal y como recoge Linda Stradley en su síntesis de la historia de esta planta. De igual manera, su cultivo, consumo y uso ritual fue común entre los incas. Al respecto, Jeff Chapman también señala su probable aplicación medicinal.
Los conquistadores y después colonos pronto registraron en las crónicas de Indias a las papas como parte de la idiosincrasia local, y más como curiosidad etnográfica que como potencial nutriente, la exportaron a Europa, con el fin de exhibir el exotismo del Nuevo Mundo a través de sus especies.
Después de ello, parece que su inclusión en la dieta europea no se hizo esperar, y si bien se han identificado y estudiado ciertos registros de su inicial utilización, habitualmente experimental o demostrativa, cómo se produjo su expansión en los campos y las mesas de todo el planeta es todavía un camino no definido con claridad por historiadores y antropólogos. De igual manera, se fue alterando su denominación original, papa, en virtud de la influencia de las diferentes lenguas y contextos culturales con los que se fue encontrando.
¿Qué tiene la papa que tanto gusta?
La papa no es una sola, y existen múltiples variedades de la misma, pero además, presenta una gran versatilidad para ser preparada. Cocida, frita, asada sobre unas brasas o al horno; sola o aderezada por deliciosas salsas de queso o picantes; como guarnición o acompañando guisos y fritos de carnes y pescados; en sopa caliente, o fría, en ensaladas veraniegas. Un sinfín de modalidades, que unidas a su perdurabilidad y a sus aportes para la nutrición humana la hacen ideal como alimento.
Desde aquí te sugerimos algunas ideas para preparar papas en un santiamén. Pero ahora te toca a ti. ¿Conoces alguna receta original o eres de los clásicos al cocinar las patatas?








