Ahora que el maridaje de platos y alimentos con vinos está en auge, resulta importante contar con algunas nociones básicas sobre cómo maridar quesos y vinos, ya sea para preparar un aperitivo informal con la familia, o para sorprender a tus amigos la próxima vez que los invites a comer a tu casa.
Guía rápida para maridar quesos y vinos como una experta

¡Así que aprovecha esta guía rápida para maridar quesos y vinos, que te permitirá lucir como una auténtica experta!
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1. Primera regla siéntete libre
En realidad no existen reglas específicas para el maridaje de quesos y vinos, porque mucho depende de los gustos personales. Por eso tener un buen quesero, alguien que te pueda aconsejar además de venderte el queso, es importante tener un buen vendedor de vinos, alguien que sepa del tema y en cuyas opiniones confíes.
Por eso, hacer un buen maridaje que quesos y vinos requiere de reflexión, y es importante tener en cuenta tanto el vino como la textura y el sabor de los quesos antes de hacer la selección final. Recuerda que el objetivo es crear armonía y equilibrio entre el vino y el queso, y que ninguno domine al otro.

2. Mantenlo simple
Para mantener las cosas simples, elige un vino y un queso del mismo estilo. Por ejemplo, los quesos llenos de sabor, tales como los quesos cremosos sin corteza van bien con vinos de cuerpo medio a completo, como el Merlot, Zinfandel o Syrah. Del mismo modo, los quesos ligeros maridan bien con vinos ligeros, como el Riesling, Pinot Gris o Pinot Noir.

3. Haz una combinación geográfica
Combina vinos y quesos de acuerdo a su zona de origen, o incluso de la región local. Del mismo modo que las condiciones de crecimiento imparten características particulares (llamados "terroir") a los vinos de una región, estas mismas características se imparten a los quesos a través de la vegetación en la que los animales pastan.
Ver también: 12 platos originales con queso

3. Prueba combinaciones más osadas
No te limites sólo a los clásicos vinos de mesa. Prueba combinaciones más osadas como los vinos espumosos, los vinos de cosecha tardía y los dulces, así como vinos fortificados como el jerez y el oporto.
El queso azul va muy bien con los vinos de postre de cosecha tardía como Viogniers, Riesling y Muscat, mientras que los quesos cremosos combinan con los vinos espumosos y el champán, porque las burbujas ayudan a limpiar el paladar y refrescarlo para otro bocado.

4. Explora diferentes quesos
Los quesos varían no solo en su método de elaboración, sino también por el tipo de leche que se utiliza para elaborarlos. Por ejemplo, los quesos de cabra frescos son livianos, con dejo a limón, y un tanto ácidos en sus perfiles, de sabor y textura cremosa. Estos combinan bien con vinos blancos nuevos, como un Sauvignon Blanc, Chenin Blanc, Pinot Gris y Riesling.
Por otro lado, los quesos de oveja envejecidos combinan mejor con Gewurtztraminers y Zinfandels afrutados. Los quesos de vaca envejecidos (como el Parmesano) van bien con vinos como el jerez.

5. Ve más allá del vino
Ten en cuenta que no siempre tienes que combinar vinos y quesos. Hoy en día hay disponibles cada vez más cervezas y sidras artesanales, que crean combinaciones de sabores interesantes y frescas, y pueden inspirarte a experimentar y ampliar tu conocimiento gastronómico. ¡Intenta otras combinaciones originales!
Siguiendo estos sencillos consejos para maridar quesos y vinos podrás mostrarte como una experta la próxima vez que prepares una picada, o que salga el tema en una conversación. Y antes de ir a la tienda a buscar queso, revisa esta guía definitiva para elegir y comprar queso.









