El agua tónica hoy en día es un producto fabricado por reconocidas marcas comerciales, se vende a la par de los refrescos y otras bebidas no alcohólicas. Su empleo más conocido en coctelería es la preparación del Gin tonic, que no es otra cosa que Ginebra mezclada con agua tónica.
Empleo de agua tónica para la preparación de tragos

Este producto se fabricó inicialmente añadiéndole cantidades considerables de una sustancia llamada quinina al agua carbonatada. Su fin era el de ser empelado como una medida preventiva contra la malaria en algunas colonias inglesas de Asia y África.
La quinina le confiere un sabor amargo característico que en los últimos tiempos se ha reducido considerablemente, produciéndose un agua tónica con mucha menos quinina y añadiéndole azúcar, jarabe de fructosa o un edulcorante artificial.
Esta transformación ha sido necesaria debido a que la quinina resulta perjudicial en altas dosis por lo que se ha llevado a valores cercanos a los 83 partes por millón (ppm).
Esta sustancia se extrae de la quina, que no es más que la corteza del árbol del quino. Es un alcaloide con propiedades antipiréticas y analagésicas por lo que en ocasiones es usada medicinalmente.
Sin embargo el agua tónica se ha difundido internacionalmente como un agente que puede emplearse en varias mezclas como el ya mencionado Gin tonic y otros también conocidos, como por ejemplo al mezclar ron con agua tónica y limón.
También se ha mezclado con algunas cremas y licores, pues el sabor amargo de ella es capaz de contrastar con el dulce de estas bebidas. Hoy en día lo que antes era una simple bebida medicinal se ha convertido en uno de los ingredientes básicos de la coctelería internacional.





