El Shortbread

Una de las cosas que más me gusta de viajar es se pueden probar cosas que muchas veces no teníamos no idea siquiera que existían. Cuando viajé a Escocia, en la habitación del hotel había una pequeña caja llena de chocolates y otros dulces, entre los que se encontraba un paquete de shortbreads, que desconocíamos por completo.

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Resultaron ser una de mis galletas favoritas, y son característicos de los escoses. Su origen se remonta a la época medieval, y son también muy populares en Dinamarca, Inglaterra, Irlanda y Suecia.

El Shortbread es en realidad una preparación extremadamente sencilla, pero en su sencillez está el encanto. Llevan mucha manteca, por lo cual no son para nada bajos en calorías, pero para probar cada tanto son realmente excelentes. La forma más común en la que son presentados es en pequeños prismas, los cuales son llamados " dedos", pero pueden tener también forma de galletas un poco más grandes que lo normal.

La receta tradicional (y medieval) de Shortbread es simplemente una parte de azúcar, dos partes de manteca y tres partes de harina blanca. Deben además ser cocidos a una temperatura bastante baja, por lo graso de la preparación. Recomiendo probar la receta que les dejo a continuación, que no se distancia casi de la que ya tiene varios siglos.

Ingredientes - 10 a 12 shortbread

125 gramos de manteca

55 gramos de azúcar

180 gramos de harina

Preparación

Precalentar el horno a 190°C. Batir la manteca pomada (blanda, a temperatura ambiente) con el azúcar hasta que quede una mezcla pálida. Cernir la harina mezclando progresivamente para obtener una pasa con una textura "pasta". Enharinar y con un palote, estirar hasta que quede de 1cm de grosor.
Cortar en pequeños prismas de aproximadamente 2cm por 5cm. Poner sobre una asadera, dejar reposar 20 minutos y luego cocinar en el horno precalentado por 15 a 20 minutos, hasta que queden de un color dorado pálido. Dejar enfriar.

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