La cerveza es una bebida que proviene de la antigüedad. El proceso de fabricación de la cerveza fue perfeccionado por los egipcios, aunque ya se conocía desde antes en la región de la Mesopotamia.
El proceso de fabricación de la cerveza

Se obtiene como resultado de la fermentación de cereales germinados en agua gracias a la acción de levaduras que se adicionan. Aunque existen cervezas elaboradas con trigo, arroz y otros cereales, en general se usa la cebada en casi todas las cervezas que podemos encontrar en el mercado.
La elaboración comienza con la germinación de la cebada. Para esto se embebe en agua para que el almidón se convierta en azúcar soluble, que más adelante se transformara en alcohol. Una vez conseguida la germinación se seca y se tuesta el cereal. Aquí es donde se puede optar por un grano más o menos quemado. Lo que influirá en gran medida en el sabor y el color de la cerveza.
Para conseguir el sabor amargo característico de la cerveza se agrega lúpulo, más precisamente las flores del lúpulo, que contienen resinas y aceites vegetales muy aromáticos.
El proceso de fabricación de la cerveza involucra tres pasos bien definidos: Cocimiento, fermentación y reposo. Cada uno de este proceso varía de acuerdo al tipo de cerveza que se quiere obtener y de las características de la materia prima. Es por eso que existen tantos tipos de cerveza y a veces puede haber muchas diferencias entre una y otra.
Antes que nada, la materia prima es sometida a procesos de limpieza. Luego se muelen los cereales hasta quedar como una harina y recién entonces se hace el mosto. Entonces comienza la fermentación con la ayuda de las levaduras.
El gas carbónico que la cerveza tiene es agregado durante la última etapa, aunque en muchas cervezas el gas es totalmente natural y se origina en el proceso de fermentación.






