El consumo excesivo de cerveza y vino aumenta la grasa abdominal

Creo que lo que te hemos contado para presentar nuestro artículo de hoy en El Gran Catador, es decir, nuestro titular:  Un consumo excesivo de cerveza y vino aumentan la grasa abdominal no se te hará nada nuevo. Hay muchos mitos populares al respecto, y la evidencia de la panza de aquellos que consumen a diario durante años bebidas alcohólicas demostraba en principio lo que hoy te contamos a través de un estudio.

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La cerveza y la barriga

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Tanto el vino como la cerveza son consideradas bebidas alcohólicas muy sanas. De hecho lo son por las propiedades que tienen y pueden consumirse, por su baja graduación, acompañando cualquier comida, o cualquier tarde de terrazas. Pero el alcohol que contienen, aunque sea mucho menos que el de otros licores, en grandes cantidades, aumenta las células adiposas que se concentran en la cavidad abdominal.

De hecho, el estudio realizado por la  European Journal of Clinical Nutrition llega a esa conclusión. La cerveza y el vino son saludables y recomendables dentro de la dieta mediterránea, pero su consumo diario a lo largo de los años, siempre excesivo, hace que aparezca la que popularmente llamamos barriga o panza cervecera.

El vino también afecta

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Y si eres de las que presume de que no te gusta la cerveza, sino que te apasiona el vino, no cantes victoria. Aunque en menor medida, se ha demostrado que quién consume vino a diario durante muchos años tiene un 26% más de probabilidades de desarrollar exceso de grasa abdominal en el abdomen. Así que visto lo visto, habrá que seguir consumiéndolos, porque propiedades tienen muchas y nos encantan, pero con moderación.

Pese a que ambos son productos habituales en la dieta mediterránea, y que la cerveza tiene múltiples beneficios para el organismo y el vino es incluso recomendado en moderación por los médicos, abusar de ambos produce, con el tiempo, una acumulación excesiva de grasa abdominal. De ahí es dónde sale el famoso dicho de la panza o barriga cervecera, que en realidad, como has podido ver, sí tiene una explicación.

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