El casabe: alimento precolombino

El casabe es un alimento a base de yuca que ha trascendido hasta nuestros días a pesar de tener sus orígenes en la etapa precolombina. Los indígenas, fundamentalmente las tribus taínas del Caribe, comenzaron a prepararlo como base de su alimentación, pues el cultivo de yuca (también conocida como mandioca) constituía un punto importante en su incipiente economía. Se conoce además que los arahucanos y caribes lo preparaban e incluso hoy en día es elaborado por algunas tribus americanas que aún existen en el continente.

Sin embargo, en muchos países (incluso fuera de América Latina) se lleva a cabo la producción industrial de este alimento, por lo que es fácil encontrarlo en supermercados. No obstante ha sufrido variaciones y se le añaden elementos que aportan sabor y aroma como el ajo, anjonjolí e incluso maní.

La elaboración de este alimento por parte de las tribus indígenas se basaba en un instrumento que empleaban para rallar la yuca. El mismo era confeccionado a partir de piedras afiladas, espinas de pescado y de plantas que se adherían mediante el uso de resinas naturales. De este proceso se obtenía una especie de pulpa que se colocaba sobre un tamiz elaborado con hojas de palma entretejidas. De esta forma se eliminaba mediante un proceso de prensado el líquido almidonado que contiene la yuca. Para ello empleban sus propios cuerpos como sobrepeso. Luego tamizaban la harina obtenida y elaboraban las tortas redondas y planas que eran cocinadas sobre un fogón también fabricado con elementos naturales.

Hoy en día este proceso se realiza mecanizadamente e incluso los más conservadores cuentan con instrumentos y máquinas que facilitan todo el procesamiento. El consumo de este producto se basa fundamentalmente en el empleo como acompañante de las carnes y algunas salsas, a veces se usa como sustituto del pan y las galletas. Se ha difundido su consumo luego de que se ha considerado que presenta un bajo nivel calórico.

Para consumirlo solo basta con retirarle la envoltura y dejarlo unos minutos en el horno o microondas. La adición de aceite de oliva incrementa su valor nutricional y refuerza el sabor. Es un alimento excelente que constituye un legado de nuestros antepasados y que nos ha tocado disfrutar y mantener durante muchos años más en nuestros hábitos alimentarios.