Que nombre más curioso, ¿verdad? Pues es un postre originario de los Estados Unidos, y se debe al llamativo color que en su formato original adquieren estos pastelitos rellenos, y aunque su presentación parezca más la de una comida rápida, los cupcakes de terciopelo rojo o red velvet cupcakes son unos bocadillos muy refinados. Prueba la versión con relleno especial de queso crema de MarthaStewart que te enseñaremos a continuación.
Cupcakes de terciopelo rojo

Ingredientes:
- 50 g de harina de maíz
- 280 g de harina
- 35 g de cacao
- Una pizca de sal
- 100g de manteca
- 200g de azúcar
- 1 huevo
- 180g de buttermilk (suero de leche)
- 1 cucharita de bicarbonato
- 1 cucharita de vinagre
Para el queso crema
- 300 g de azúcar glass
- 55 g de mantequilla sin sal
- 115 g de queso de untar
- 1 cucharita de pasta de vainilla
Preparación:
Para preparar este sofisticado pie, comenzaremos mezclando las harinas junto al cacao, y sazonamos con una pizca de sal.
Aparte, batiremos la mantequilla y el azúcar. Una vez que blanquee, agregamos el huevo y mezclamos muy bien para formar una masa uniforme. Le añadimos la mezcla de harina y el buttermilk de forma intercalada, terminando colocando harina.
Ahora le agregamos a la masa el bicarbonato previamente disuelto en vinagre, y mezclamos muy bien.
Es el turno de cocinar lo que serán las “tapas” de nuestros cupcakes de terciopelo rojo. Para ello podremos que utilizar moldes para galletas o simplemente valernos de una manga de repostería o cuchara de helado para formar bolas de masa mediana sobre una bandeja de horno normal, cocinando durante un cuarto de hora a 180ºC.
Para preparar el relleno, que en este caso optamos por una crema de queso, mezclamos en un bol la manteca, el azúcar glass, el queso y la esencia de vainilla hasta formar una mezcla homogénea. Una vez nuestro relleno esté listo, cubre el bol y déjalo reposar por un par de horas.
Ahora que tenemos las tartas y relleno listos, sólo tenemos que armarlos para crear nuestros cupcakes rojos, lo cual es muy sencillo: tienes que tomar una tapa, colocar una porción de queso crema y cubrir con otra tapa. ¡Igual que un sándwich!

Ya tienes listo este delicioso postre, que además no es muy común, por lo que sorprenderás a cualquiera ni bien lo presentes en la mesa. Y si quieres explotar al máximo el misterio de este apetitoso plato, puedes agregar unas gotas de colorante a la masa y lograr así un tono aterciopelado único.



