Parece que faltan botellas en Francia, ya que hay un problema con el abastecimiento de vidrio. "Tenemos un gran problema: no podemos comprar botellas para meter nuestro vino", dice Jean-Claude Mas, director de Domaines Paul Mas, una empresa de vino del sur de Francia. Las ventas de vino suben, pero la oferta es menor que la demanda. Y no es porque no haya vino suficiente, sino porque falta en dónde colocarlo.
Crisis de botellas de vidrio en Francia

En realidad este personaje estaba siendo entrevistado por otro motivo: los planes que tenía la empresa de envasar en botellas más ligeras y ecológicas. El periodista consultaba al productor por las botellas ecológicas, seguramente pensando que era un gesto de la empresa, y se encontró con que en realidad el motivo era otro: "No es cuestión de más o menos ligeras; este mes, no tengo una sola botella para mi mejor vino de sauvignon blanc, y tengo pedidos por un total de 36.000 botellas. No tengo plan B", declaró Mas cuando fue entrevistado durante la feria Vinisud, que se celebra esta semana en Montpellier.
Estos problemas de abastecimiento necesitan una solución urgente y por esto la empresa ha intentado ver hacia los horizontes ecológicos. Pero no es suficiente, ya que hay vinos que no pueden ir en estos envases. "Si esto sigue así terminaré metiendo vino rosado en botellas oscuras", declaró decepcionado el director de Domaines Paul Mas, que el año pasado vendió nueve millones de botellas de vino de la región del Languedoc.

Las otras opciones son comprar las botellas en China (lo que no ayudaría demasiado con el medio ambiente) o trasladar el embotellado a Reino Unido. La opción de cambiar el empaquetado por aluminio, tetrapak o plástico polietilerentereftalato (PET) aún no parecen ser suficientemente atractivas para los clientes.
Por ejemplo, el aluminio se enfría rápido y es más ligero, pero al no ser transparente se pierde un factor importantísimo para el cliente: el color del vino. El tetrapack viene ganando terreno, pero tampoco es transparente y causa problemas con los medioambientalistas (ya que contiene metal, plástico y papel juntos, lo que es dificil de reciclar). La tercera opción, el plástico PET, es transparente y puede ser una alternativa de emergencia muy probable, pero yo dudo que el sabor no se vea afectado por este tipo de envases.
Sea como sea, hay que tomar una decisión urgente ante este problema de la escasez de vidrio, pues cada vez aumentan más las ventas y hay que complacer a un cliente muy exigente, como lo es el consumidor de vino.
Vía | elmundovino.es







