Colorida y elegante torta de frutas frescas

Los postres generalmente están relacionados con el consumo de unas cuantas calorías de más. Sin embargo, es irremediablemente imposible mantenerse firme en un "no" ante la tentación de tan deliciosos manjares. La necesidad de un toque de sabor dulce luego de las comidas es algo que ha pasado a ser una tradición en muchas culturas.

Por eso es maravilloso si logramos crear recetas que aprovechen el versátil y fresco sabor de las frutas y su elegante combinación de colores para disfrutar de un postre natural y muy agradable a a vista.

Este es el caso de esta colorida y elegante torta de frutas frescas, un conjunto de frutas montadas sobre una corteza o masa igual a la que podemos usar para confeccionar un pie. Las frutas se colocan sobre un relleno cremoso y se cubren con una especie de glaseado.

Para obtener la corteza o masa tenemos dos opciones: la primera es comprarla ya preelaborada y colocarla sobre un plato para pie y hornearla siguiendo las instrucciones del empaque, y la otra es realmente mi favorita: confeccionarla nosotros mismos.

Ingredientes:

Para la corteza o masa

• 1 y 1/2 tazas de harina de trigo
• 1 cucharadita de azúcar blanca
• 1/4 cucharadita de sal
• 90g de mantequilla o margarina
• 1 yema de huevo
• 2 cucharadas de agua helada

Para el relleno de crema

• 8 onzas de queso crema a temperatura ambiente
• 1/3 de taza de azúcar blanca
• 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Para la cobertura de frutas

• 3 tazas de fresas cortadas a la mitad trasversalmente
• 1 taza de arándanos
• 3 kiwis pelados y cortados en rebanadas finas

Para el glaseado

• 1 cucharada de maicena
• 1/4 taza de azúcar blanca
• 1/2 taza de agua
• 1/2 taza de jugo de naranja
• 2 cucharadas de ron o licor a base de frutas.

Preparación:

Prepara la corteza o masa

En un bowl coloca la harina, el azúcar y la sal. Mézclalos bien.

Incopora la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente, y comienza a mezclarla con la harina suavemente empleando las yemas de los dedos.

Posteriormente adiciona la yema de huevo y continúa mezclando de igual manera.

Obtendrás una especie de masa grumosa a la que debes añadir con mucho cuidado el agua helada. A veces es necesario un poco menos de agua y otras un poco más, dependiendo de la harina, pero solo hay que añadir la necesaria para que podamos juntar bien toda la masa y que no tenga residuos de humedad, y tampoco se nos rompa cuando la manipulemos.

Sobre una superficie lisa coloca plástico o film transparente y encima pon la masa; cúbrela con más de este plástico o film y aplánala con el cilindro de un tamaño que nos cubra un plato para pie de unas 10 pulgadas de diámetro. La corteza debe alcanzar más o menos un grosor de 1/2 centímetro.

Retira el plástico y coloca la masa cuidadosamente sobre un plato para pie preferiblemente con fondo removible, delicadamente, sin presionar y retirando el sobrante de los bordes.

Lleva a la nevera por espacio de una media hora.

Hornea la masa a 180 grados centígrados por unos 20 minutos o hasta que se dore ligeramente. Para lograr una mejor apariencia puede bañarse ligeramente con huevo batido antes de hornear, empleando una brocha para pastelería.

Déjala refrescar hasta que alcance la temperatura ambiente. Luego retírala cuidadosamente del plato y colócala sobre la superficie de trabajo.

Prepara el relleno de crema

Mezcla bien todos los ingredientes y bate con un batidor de mano o eléctrico hasta lograr una crema fina.

Cubre con ella uniformente el fondo de la corteza ya a temperatura ambiente.

Prepara la cobertura de frutas

En este caso les traigo una propuesta pero podemos crear cuantos rellenos de frutas deseemos, siempre y cuando no utilicemos cítricos.

Dispone las frutas creativamente sobre el relleno de crema y cubriendo totalmente la corteza horneada que nos sirve de base.

Prepara el glaseado

En una cacerola mezcla bien el agua con el jugo de naranja, el azúcar y la maicena.

Lleva a fuego moderado hasta que comience a ebullir, déjalo unos 2 minutos y antes de retirarlo del fuego adiciona el licor.

Deja enfriar ligeramente y vierte sobre las frutas ya dispuestas en la torta.

Este glaseado puede sustituirse por una gelatina a base de frutas que le dará a nuestra torta una apariencia verdaderamente brillante.

Refrigera hasta el momento de servirlo. ¿Y qué tal si lo acompañas con un delicioso cóctel de melón y lima?