Aperitivos, vermús y vinos quinados

Son muchas las personas que gustan de las bebidas amargas y digestivas que se emplean como aperitivos, y entre ellos están los vermús y vinos quinados.

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La palabra vermú proviene del alemán wermuth y significa ajenjo, la cual es una planta amarga y con muchas propiedades medicinales, y este vino es un vino con hierbas aromáticas, azúcar o mosto concentrado y alcohol.

Los vermú tienen no menos del 75% de vino y deben tener entre 15° y 18° grados de alcohol por litro, también se conocen como vinos compuestos o aromatizados o fortalecidos, el el porcentaje mínimo de vino el que diferencia a los aperitivos en general de los vermús.

El vermú se elabora a partir de un vino blanco, adicionado de extractos botánicos plantas, hojas, flores, raíces, como el ajenjo, el coriandro, clavo de olor, corteza de naranjas amargas (obtenidos por destilación, infusión, maceración o percolación).

Luego de aromatizarlo se le puede añadir un mistela (mosto enriquecido con alcohol vínico, un vino dulce licoroso) o alcohol, azúcar, mosto concentrado y/o caramelo como colorante, generalmente para los vermús rojos.

Luego se los envejece un tiempo considerable para integrar todos sus componentes. A los vinos nuevos se los envejece en roble, luego se los encabeza y se los envejece un tiempo más.

Los vinos quinados también son son vinos fortalecidos con alcohol o mistelas pero que tienen un exceso de quina, un alcaloide originario de América del Sur que posee múltiples cualidades medicinales y es muy reconocido por su amargor que facilita la digestión.

En el proceso de elaboración, a estos vinos se les diluye una pasta de quina y aromáticas para luego envejecerlos entre uno y cinco años.

Los aperitivos se toman a una temperatura entre los 10° y 14° o con hielo, soda o jugos cítricos.

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