¿Nunca les ha extrañado la expresión “ poner la mesa”? A mi sí. Por eso mismo…, me puse en averiguaciones. ¿Por qué “ponemos la mesa”, si la mesa siempre está ahí? Es extraño… sin embargo, hasta lo más extraño tiene historia.
A poner la mesa. ¿Por qué?

Según bosquemingshu, la frase se remonta a la época feudal cuando el mobiliario que había en las casas era limitado. A pesar de la escases, siempre estaba la mesa. Sin embargo… esas mesas no eran como las de hoy en día, no estaban fijas y ni armadas, sino que se montaban para el evento.
La mesa se ponía cada vez que se iba a comer. Se tomaba una tabla y se la montaba sobre unos caballetes. Eso era la mesa. Luego se la cubría con grandes manteles decorativos que testimoniaban el estatus social del propietario. No era importante embellecer la mesa porque quedaba cubierta por el mantel. Como mucho, se decoraban las patas de los caballetes.
Las mesas de caballete eran muy prácticas. Por eso la costumbre duró mucho. Eran transportables, ahorraban espacio mientras se comía y eran adaptables. Si había más comensales se agregaban más mesas y si había menos se restaban. No en vano, este tipo de mesas se siguen usando hasta el día de hoy.








