¡Qué rico es el olor a azafrán! Me parece el condimento ideal para la mayoría de las recetas con arroz: le brinda color, sabor y un olor característico que combina bien con el ajo, el jengibre, el limón, los tomates y el tomillo, por ejemplo.
5 tips para utilizar bien el azafrán


Sin embargo, utilizarlo mal puede arruinar cualquier comida. Veamos cómo evitarlo.
Elige el tipo de azafrán que prefieres

Hay quienes prefieren el azafrán en hebras y quienes lo quieren molido y listo para usar. Quienes lo compran molido lo disuelven en unas cucharadas de caldo (o de agua tibia) antes de echarlo a la comida.
>No te pierdas: Cómo elegir un buen azafrán.
Pero si compras azafrán en hebras debes tostar levemente las que vas a usar y molerlas con tus manos o dentro de un pequeño mortero.
Antes de agregarlo a la comida que estás preparando te recomiendo disolverlo en una tacita de café con un poco de agua caliente y durante 10 o 15 minutos. Esto reducirá su consistencia terrosa y su olor demasiado penetrante.
Evita el olor fuerte

Aunque hayas seguido el procedimiento anterior, para tomar una precaución adicional y así evitar su aroma demasiado fuerte hay que utilizarlo en poca cantidad, de modo de evitar su toque amargo que puede ser bastante persistente.
¡No en vano en el pasado se usaba este oneroso polvo como ingrediente importantísimo en muchos perfumes! Y esto me lleva al próximo punto...
Debido a su alto poder colorante y a su aroma fuerte, las cantidades a utilizar son pequeñas. Para cada porción se deben usar 30 miligramos de azafrán molido por persona o unas 5 hebras por comensal.
¡Tips adicionales!
No uses cacerolas ni cucharas de madera, se teñirán con el azafrán. Además, debes guardarlo en un área fresca de la cocina y evita que incidan sobre él directamente los rayos solares.
Seguramente, ya estarás imaginado algunas recetas con el aromático azafrán. Para ayudarte, también te recomiendo leer cómo hacer correctamente arroz con azafrán, ¡no te lo pierdas!






