Existen ciertos mitos sobre el alcohol que las personas terminan creyendo incluso aunque sean falsos.
5 mentiras sobre el consumo excesivo de alcohol que debes conocer


Es un tema complicado y duro, pero en estos casos es preferible hablar claro y decir las cosas como son. ¡Continua leyendo y descubre las mentiras más comunes sobre el alcohol!

#5 “Lo dejo cuando quiera y como quiera”
El alcoholismo implica una dependencia física de la bebida y dejar el alcohol no es sólo una cuestión de querer sino de poder.
Lo cierto es que en un nivel relativamente grave, el alcohol (así como el resto de las drogas) no puede dejarse de un día para el otro como quien deja de leer un libro. Pero este mito le es útil a la persona para sentir que tiene el control sobre sí misma, cuando en realidad no es así.

#4 “No molesto a nadie, si bebo o no es mi problema”
Este es uno de los mitos más falsos que las personas con problemas de alcohol dicen y afirman como verdaderas.
El alcoholismo no sólo afecta a la salud física y mental de quien lo padece, sino que impacta en la vida de todas las personas con las que interactúa, principalmente de las más cercanas como familiares, amigos, compañeros de trabajo y demás.

#3 “No soy alcohólico porque no bebo todos los días”
El nivel de alcoholismo no se mide por la cantidad de botellas, por la frecuencia ni el tipo de bebida. Cuando el consumo de alcohol afecta su vida en cualquier sentido, el problema ya está ahí, no importa si es sólo los sábados, los días de estrés o con el mejor vino del mundo.
Debes conocer: los mejores consejos para reducir el consumo de alcohol

#2 “Tengo trabajo y me va bien así que no soy un alcohólico”
Para abusar del alcohol no se necesita vivir en la calle, entre la basura o ser un indigente. Muchas personas pueden convivir con la enfermedad y mantener su empleo o su hogar.
Pero eso no implica que no tenga problemas con el alcohol. A largo plazo, los efectos negativos de la bebida aparecerán de una forma u otra.

#1 “No es como las otras drogas, no es una adicción real”
¡Claro que lo es! El alcohol es una droga y, como todo abuso de drogas, genera dependencia física y mental, deteriora el cuerpo, las neuronas y la salud en su totalidad.
Lo peor de todo es que no sólo afecta a la parte más física del cuerpo sino que también perjudica la espiritualidad de la persona, el autoestima, las relaciones con sus seres queridos, etc.
Existen muchas mentiras sobre el alcohol que inventamos como sociedad para tapar lo que verdaderamente sucede, pero también existen verdades.
Una de ellas es que los problemas con el alcohol son asunto serio y deben ser tratados como tal. Hay que dejar de lado los miedos, los prejuicios y las inseguridades y enfrentar la cuestión.







