Un soldado afroamericano condecorado en Afganistán es el responsable de la muerte a tiros de cinco agentes en Dallas durante una protesta contra la violencia policial.
La matanza de policías en Dallas fue cometida por un veterano movido por odio racial
El atacante del tiroteo, identificado como Micah Xavier Johnson, aseguró antes de morir que no pertenecía a ninguna organización y que actuó por ira contra los oficiales blancos.

El Pentágono confirmó a Univision Noticias que Micah Xavier Johnson, de 25 años y residente de Mesquite, un suburbio en Dallas, sirvió como reservista entre marzo de 2009 y abril de 2015. En un reporte de la policía de Dallas, se informó que actuó "en soltario" y que durante una inspección en su casa se halló material para la elaboración de bombas, chalecos antibala, rifles y municiones.
El tiroteo se produjo aproximadamente a las 9:00 pm (hora local), cuando finalizaba una protesta por las muertes de dos afroamericanos esta semana. El jefe de la policía de Dallas, David Brown, aseguró que los disparos contra los policías "empezaron desde una posición elevada" en un ataque que fue "planeado".
El gobernador de Texas, Greg Abott, ofreció una rueda de prensa en la que confirmó que no tienen conocimiento de otros sospechosos y recalcó que sólo saben con certeza la información que ha salido a la luz del francotirador, pero lo que no es claro es si había otras personas que conocieran sus intenciones o lo hubieran ayudado.
"Son buenas noticias que el atacante haya sido identificado, pero creo que como buenos agentes del orden debemos continuar con una inspección exhaustiva para descartar la posibilidad de cualquier otro sospechoso o colaborador", dijo.
Cinco agentes fallecieron, cuatro pertenecían a la Policía de Dallas y uno al organismo de tránsito Dallas Area Rapid Transit (DART, por su sigla en inglés). Se trata de Brent Thompson, de 43 años, quien ingresó al DART en 2009 y se ha convertido en el primer oficial del DART muerto en servicio, según dijeron las autoridades.
Patrick Zamarripa, de origen mexicano y con 32 años, es uno de los policías muerto en el ataque. Rick Zamarripa explicó al diario The Washington Post que su hijo combatió con las fuerzas estadounidenses en Irak y que llevaba cinco años en la policía de Dallas.
El resto de las víctimas son el oficial Michael Krol, el sargento Michael J. Smith y el oficial Lorne Ahrens.
Además, nueve personas resultaron heridas: siete policías y dos civiles.
Testigos dijeron que escucharon al menos una decena de disparos mientras los manifestantes aún se encontraban entre las calles Lamar y Griffin, en el centro de la ciudad. Los atacantes iban armados con rifles y, según la policía, que consideró el ataque una “emboscada”, su intención era matar el mayor número de agentes posible.
Lo que empezó con numerosas personas que protestaban bajo la consigna "¡Black Lives Matter!" y "¡no disparen!", se convirtió en una escena del crimen.
La fiscal general, Loretta Lynch, dijo este viernes en rueda de prensa que el Departamento de Justicia contribuirá con las autoridades locales en la investigación.
"Por favor no conviertan esta semana en algo normal", señaló Lynch. "Continuaremos trabajando para garantizar que cada persona en este país pueda tener la misma justicia ante la ley", agregó.
La protesta de Dallas fue una de varias que se desarrollaban en el país por la muerte esta semana de los afroamericanos Alton Sterling, en Louisiana, y Philando Castile, en Minnesota, a manos de agentes, que reavivaron el debate sobre la violencia policial contra las minorías.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que se encuentra de viaje en Varsovia para participar en la cumbre de la OTAN condenó la matanza que consideró es un ataque “calculado y despreciable" contra las fuerzas del orden. Se espera que el mandatario regrese a Washington este domingo, antes de lo previsto, para responder a la crisis, informó la Casa Blanca.
El objetivo: policías blancos
Durante la noche, la violencia se extendió cuando el sospechoso Johnson se atrincheró en un estacionamiento y comenzó a disparar contra los agentes.
El jefe de la policía de Dallas, David Brown, confirmó en rueda de prensa el viernes que este hombre había muerto luego de que las autoridades detonaran una bomba cerca de él utilizando un robot y tras horas de negociaciones.
Pero antes de fallecer, el sospechoso explicó que no estaba afiliado a ningún grupo organizado y que su intención era matar a policías blancos. "Él estaba enojado por los últimos tiroteos en los que participó la policía, (estaba molesto) con la gente blanca y con los oficiales blancos", explicó Brown.
Más temprano, Brown habría asegurado que tenían en custodia a otras tres personas que estaban siendo interrogadas: una mujer y dos hombres con bolsas de camuflaje en sus carros. "Por desgracia no estamos seguros de haber detenido a todos los sospechosos", dijo el jefe policial.
Este viernes por la noche, se registraron nuevas manifestaciones pacíficas frente a la Casa Blanca y en Atlanta, según reportes de la televisora CNN.
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