La última parte de la gira internacional de Donald Trump no parece estar siendo tan fluida y exitosa como pareció ser la fase inicial, y eso que esta etapa se ha encontrado con los grupos con los que se esperaría que un presidente estadounidense tenga mayor afinidad: la OTAN y el Grupo de las 7 naciones más industrializadas del mundo.
El estilo de Trump le complica llegar a acuerdos en su primera cumbre del G7 en Italia
Las diferencias políticas entre el presidente estadounidense y el resto de sus colegas de las naciones industrializadas podría hacer que la cumbre de Taormina termine con resultados mas modestos de los que se esperaba inicialmente.

La cumbre de este último grupo que se realiza entre viernes y sábado en Taormina, en el sur de Italia, está teniendo dificultades para conciliar las posiciones entre Trump y el resto de los miembros del grupo, al punto que algunos piensan que la reunión se cerrará con un deslucido comunicado que no dirá mucho sobre los temas que se suponía que debía tratar.
La agenda de la cumbre son precisamente los principales puntos de fricción entre Washington y sus socios desde que llegó Trump a la Casa Blanca: cambio climático, manejo de la inmigración y comercio. En todod ellos, el gobierno estadounidense ha establecido un cambio de política radical respecto al de su predecesor, Barack Obama, y ha entrado en rumbo de colisión con sus principales aliados.
Y aunque el comunicado que saldrá de Taormina no diga mucho (de hecho es posible que sea simplemente una declaración, algo que en lenguaje diplomático es de menor rango) dará indicios de cómo será la coordinación internacional entre las principales potencias en los próximos cuatro años de gobierno de Trump.
El presidente de Consejo Europeo, Donald Tusk, admitió que se trata de la cumbre más problemática de los últimos años y que las cosas se han salido de control.
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Inmigración
De acuerdo con un borrador que han viso algunos medios europeos, las objeciones de los estadounidenses han reducido de cinco páginas a una el documento final de la reunión, en gra parte porque exigen la exclusión del reconocimiento del derecho de los inmigrantes, los factores que fuerzan la salida de refugiados y la contribución positiva que hacen en los países que los acogen.
La selección de Taormina, en la isla de Sicilia, quería simbolizar la importancia que la cumbre daría al tema. El sur de Italia, como Grecia, es la región de Europa que más inmigrantes recibe por el cruce del mar Mediterráneo, particularmente provenientes de Siria y Libia.
La Casa Blanca cuestiona la idea de “responsabilidad colectiva” de las naciones en aliviar el drama de los refugiados. De hecho vetaron el plan italiano para garantizar una respuesta conjunta al problema.
Washington quiere que, a la par que se reconozcan los derechos humanos de los inmigrantes, se atiendan los derechos soberanos de los países en controlar sus fronteras y establecer límites a la inmigración en función de consideraciones de seguridad nacional, muy en la línea del mensaje que durante la campaña envió Trump.
Cambio climático
En la cumbre, el presidente estadounidense ha sido presionado por sus pares jefes de gobierno para que honre los compromisos del acuerdo de Naciones Unidas sobre cambio climático de París que firmó Obama en 2015.
En las últimas semanas, la Casa Blanca ha pospuesto dos veces su anuncio final sobre hasta qué punto seguirá los lineamientos del tratado, aunque es sabido que dentro del gobierno republicano los escépticos del cambio climático son mayoría, empezando por el presidente.
Algunos piensas que Washington no se retirará del todo del acuerdo, aunque podría reducir el nivel de compromiso y el cronograma para cumplir con la reducción de emisiones de gases invernadero.
La canciller alemana Angela Merkel explicó en Sicilia que le han persentado a Trump “muchos argumentos” para que se mantenga dentro del acuerdo y aseguró que, aunque los estadounidenses están considerándolos, los siete países reconocen la importancia de lo negociado en París.
A juzgar por las palabras del asesor presidencial Gary Cohn, la posición de Trump esta “evolucionando (…) vinimos aquí a aprender, él vino a hacerse más listo”.
Comercio
La agenda proteccionista que ha esgrimido Trump desde que llegó a la Casa Blanca es motivo de diferencias con sus colegas del G7.
De acuerdo con lo que ha trascendido de las negociaciones entre los líderes mundiales, Alemania y Japón están tratando de que EEUU acepte como referencia el sistema de reglas establecido dentro de la Organización Mundial de Comercio.
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Pero Trump tiene una visión, anticuada según sus críticos, que se obsesiona con los déficits comerciales y considera que los acuerdos han perjudicado a su país. Además ha asegurado que China manipula su moneda para lograr ventajas en su comercio con EEUU.
La víspera, durante la cumbre de la OTAN, el estadounidense se quejó de los "malos" que son los alemanes, en referencia a los autos alemanes ensamblados en México que se importan en EEUU.
En este caso EEUU no es el único país problemático para el G7, para los europeos el superávit de Alemania es un problema y esperan que Berlín promueva más su demanda interna de manera de importar más bienes y servicios del resto del continente.









