La vida de Neyda Córdoba cambió dramáticamente cuando fue diagnosticada con asma a los ocho años de edad. Comenzó a notar que algo andaba mal cada vez que tenía dificultad para respirar después de jugar o realizar cualquier actividad al aire libre. Tras el diagnóstico, la joven quedó confinada a las bancas del campo de fútbol y al sofá de la sala, mientras sus hermanos se divertían en el patio de su casa dentro de la ciudad de Arlington, Virginia. Neyda, al igual que un gran número de niños latinos en Estados Unidos, no desarrolló asma por casualidades del destino.
El candidato a dirigir la Agencia de Protección Ambiental es una amenaza para la salud de los latinos
“El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son comunes entre los latinos que residen cerca de autopistas, plantas eléctricas y fábricas que producen contaminación de carbono”.

La realidad es que los latinos son los más vulnerables al impacto de la crisis climática que afecta la calidad del aire, el agua y otros recursos de las comunidades donde vive nuestra gente. De hecho, 50% de los latinos en Estados Unidos están concentrados en las ciudades más contaminadas del país. El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, por ejemplo, son más comunes entre los latinos que residen cerca de autopistas, plantas eléctricas y fábricas que producen contaminación de carbono. La única culpa de Neyda, si es que se le puede adjudicar alguna, es vivir en una zona con aire contaminado.
Lamentablemente, cientos de miles de niños latinos en todo el país enfrentan el mismo destino de Neyda y necesitan urgentemente la ayuda de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), encargada de proteger la salud pública de todos los estadounidenses. Sin embargo, el futuro y estabilidad de esta agencia también está en manos del Senado de los Estados Unidos, que considerará esta semana la nominación del candidato del Presidente Electo Donald Trump para dirigir la EPA. Hablamos de Scott Pruitt.
Mientras la misión de la EPA es proteger la salud pública de los peligros de la contaminación, el Presidente Electo Trump ha nominado a un candidato que, como Fiscal General de Oklahoma, utilizó su posición para defender a grandes compañías de combustibles fósiles y desafió la autoridad del mismo órgano gubernamental que ahora pretende administrar. Pruitt, además, intentó poner en duda la autoridad jurídica que tiene la EPA para implementar leyes medioambientales que protegen al pueblo estadounidense como la Ley de Aire Limpio y otras medidas que reducen la contaminación de carbono producida por los automóviles, las plantas de combustibles fósiles, centrales eléctricas, entre otros.
El historial de Pruitt se caracteriza por su antagonismo hacia la EPA y el medio ambiente, lo que no es buen presagio ni mucho menos congruente con la misión de la agencia. Pero, lo más importante es que podría poner en peligro la salud y seguridad de todos los estadounidenses, especialmente de los latinos y otras comunidades vulnerables. Podemos citar estudio tras estudio, enumerar puntos interminables de datos y publicar documentos sobre los latinos, pero lo alarmante es que el gabinete del Presidente Electo –incluyendo a Pruitt– abogue abiertamente por los intereses que ponen en riesgo a nuestras comunidades en lugar de drenar el pantano del descontento que es Washington DC.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







