Paul Ryan viaja a Texas para "examinar los retos de hacer segura nuestra frontera"

Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, visita este miércoles la frontera con México en un viaje poco publicitado para analizar cómo será el muro que quiere levantar el presidente Donald Trump.

Ryan, quien llegó el lunes con una delegación de representantes el lunes a Texas, se desplazará a la ciudad de McAllen y realizará con la Patrulla Fronteriza un tour por el Valle de Río Grande. Con este primer viaje a la frontera con México, Ryan va a "examinar los retos de hacer segura nuestra frontera y aprenderá más sobre los problemas que enfrentan las comunidades de la frontera", explicó su portavoz AshLess Strong a The Washington Post.

Sin embargo, son escasos los detalles que se conocen de este desplazamiento de una de las principales figuras políticas de Washington. Su oficina no ha publicado muchos datos y la cuenta de Twitter de Ryan ha ignorado -por ahora- el viaje. En sus mensajes de los últimos días no hace mención ninguna a los temas migratorios que han sacudido al país con las nuevas disposiciones de deportación del gobierno de Donald Trump.

Paul Ryan está acompañado por el presidente del comité de Seguridad Nacional de la Cámara, el republicano por Texas Michael McCaul, y el texano John Carter y por varios funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional, según informó Politico.

El tour incluye un desplazamiento por aire para ver desde el cielo la zona fronteriza y una visita a un centro donde los inmigrantes son procesados, según The Monitor of McAllen.

Este contacto permitirá a Ryan conocer mejor los flujos migratorios en la frontera, quién trata de llegar a suelo estadounidense y cuál es el proceso cuando son detenidos por las autoridades.

El viaje se produce justo cuando el tema migratorio y el muro de Trump se encuentran el en el centro del debate político. Precisamente, dentro de pocas semanas se espera que el presidente pida formalmente al Congreso el dinero necesario para la construcción de la barrera.

No será un paso fácil. Incluso entre los republicanos hay dudas sobre su efectividad y, sobre todo, miedo al costo total de una obra de características faraónicas. Trump basó, en gran parte, su campaña en el muro con México, cuyo costo estableció alrededor de los 8,000 dólares. Además, siempre sostuvo que los ciudadanos estadounidenses no lo pagarían, sino que México lo financiaría.

Sin embargo, su promesa enfrentará previsiblemente una doble oposición. Por una parte, México ha afirmado de manera repetida que no pagará por la construcción. Por otra, el costo del muro puede ser de hasta 21,000 millones, según publicó un estudio realizado por el Departamento de Seguridad Nacional, un dato que puede retraer a legisladores republicanos a darle al presidente tal cantidad de dinero.

Como medida para recuperar el dinero, la Casa Blanca ha lanzado la idea de poner un impuesto del 20% a las importaciones mexicanas.