Desde Milwaukee, Wisconsin
Cómo Bernie Sanders usa Wisconsin para impulsarse hacia Nueva York
Con su victoria en el estado norteño, el senador confía en mantener el 'impulso' de su campaña, aunque las matemáticas le complican la posibilidad de lograr la nominación.


Aunque tradicionalmente las primarias de Wisconsin no han sido muy significativas en las contiendas presidenciales, no es extraño que dentro de la peculiaridad de estas elecciones, el estado norteño cobrara un inesperado protagonismo.
Esta fue la oportunidad para que el segundo en la carrera por la nominación presidencial demócrata Bernie Sanders, refrescara el impulso que había obtenido la semana pasada en tres estados del oeste.
El senador por Vermont se anotó una victoria decisiva en Wisconsin la noche del martes, haciéndose así con el séptimo triunfo en las últimas ocho contiendas contra su rival Hillary Clinton.
“De lo que se trata el momentum (impulso) es que en este tiempo de la política contemporánea en que cada candidato importante tiene un superPAC, nosotros le dijimos no a los superPACs, le dijimos no a los multimillonarios que los financian”, dijo Sanders desde el podio de victoria en Laramie, Wyoming.
A la medianoche del martes, con 80% de los votos contados, Sanders le ganó a Clinton con un 56% de apoyo frente al 43% de la ex secretaria de Estado.
Contrario al lado republicano, que funciona con un sistema de “el ganador se lleva la mayor parte”, los 86 delegados que otorga Wisconsin a los demócratas son repartidos de manera proporcional al número de votos ganados.
Eso implica que ambos candidatos sumarán delegados a sus cuentas y por tanto, que el senador no logrará recortar demasiado la ventaja que le lleva la exsecretaria de Estado.
“Sanders tenía que ganar en grande, porque esta diferencia solo tiene un valor para la moral del senador, pero no significa mucho en términos matemáticos, Hillary es todavía la candidata que está en primer lugar para ganar ya que hay un gran margen de diferencia entre los delegados que tiene cada uno”, dijo a Univision Noticias el politólogo de la Universidad de Wisconsin en Madison David Canon.
Todavía optimista
“No le digan a Clinton, pero creo que tenemos una gran posibilidad de ganar en Nueva York y hay una gran cantidad de delegados en ese estado”, bromeó Sanders sobre la próxima contienda electoral en el estado, uno de los mayores del país, que otorga 95 delegados este 19 de abril.
El triunfo en Wisconsin le da una ráfaga de optimismo al senador por Vermont de cara a la contienda en la ciudad natal de Sanders y a la que Clinton representó como senadora.
Clinton lidera con 53.5% de apoyo sobre 43.5% de acuerdo al promedio del portal Real Clear Politics.
Pero puede que allí no corra la misma suerte que en Wisconsin, en donde su victoria fue en gran medida “cuestión de demografía”, dijo Canon.
“Es un estado con un largo historial liberal, con una mayoría de población blanca… la lucha de los sindicatos y trabajadores le dio la ventaja a Sanders”, cuyo discurso se ha dirigido directamente a ese sector.
Pero la poca suerte que tradicionalmente tiene el senador con las minorías puede afectarlo en los estados que siguen en el calendario electoral, como Nueva York y California, en donde las minorías son representativas, según analizó el especialista.
La campaña de Clinton, por otro lado le ha ido muy bien en crear una coalición diversa, ha ganado más primarias que Sanders y ha compilado una gran ventaja de delegados, sobre todo de súper delegados, quienes pueden votar por el candidato que deseen sin atenerse al voto popular.
Hasta ahora, Clinton tiene 1.740 delegados, incluyendo los súper delegados, y Sanders tiene 1.055.
No obstante el senador se mantiene optimista e incluso ha sugerido que aunque no obtenga la mayoría de delegados, si logra mantener su momentum, los súper delegados podrían cambiar de opinión y virar hacia “lo que la gente ha elegido”.
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