LOS ÁNGELES, California.- Una transmisión de emergencia por radio y televisión, alertas en mensajes de texto y policías con altavoces recorriendo las calles de Oroville, pedían a los pobladores abandonar sus casas lo más rápido posible.
Pánico bajo la presa de Oroville, la caótica evacuación de 180,000 personas
En medio del sonido de sirenas de ambulancias, los residentes atemorizados se abrazaban y lloraban mientras que otros llegaban a los golpes por tratar de ganar un espacio en el desesperante tráfico.


Era la orden de evacuación emitida el domingo alrededor de las 4:40 de la tarde luego de que las autoridades reconocieran que una presa, ubicada a 900 pies de elevación y 5 millas de distancia de Oroville, podría reventar y arrasar con todas las comunidades a lo largo del río Feather, en el norte de California.
“No nos dieron chance para nada, que nada más sálgase y ahí venimos”, comentó Sergio Flores, uno de los testimonios recogidos por Univision Noticias que reconstruyen lo sucedido durante la masiva evacuación.
Collen Kingsley, quien vive a cuatro cuadras del desagüe de la presa, describió la evacuación como caótica, porque no sabían cómo reaccionar, unos se quedaban paralizados por miedo mientras algunos corrían por las calles en riesgo de que fueran atropellados, ya que los vehículos se pasaban los altos e intentaban ganarle el paso a los demás.
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A los pocos minutos sobre la carretera 70 se había formado una larga fila de vehículos varados que se prolongaba por millas hacia el norte y hacia el sur.
En medio del sonido de las sirenas de ambulancias, mientras unos se abrazaban y lloraban, otros llegaban a confrontaciones físicas y verbales ante la desesperación de avanzar o por tratar de ganar un espacio en el desquiciante tráfico.
El pánico y la confusión se apoderaron de los residentes de Oroville, con carreteras congestionadas por los miles de vehículos intentaban escapar de la zona de peligro ante la amenaza de que en cualquier momento el muro de la presa podía ceder y descargar un torrente devastador.
Al éxodo de Oroville se sumaron quienes salían de otras comunidades en riesgo, Marysville, Hallwood, Olivehurts, Linda, Plumas Lake, Gridley, Live Oak, Yuba City y Wheatland. Más de 180,000 personas tuvieron que dejar sus viviendas.
En fotos: el éxodo de Oroville
Inés Rodríguez, residente de Yuba City, contó que para llegar al pueblo de Colosa, 25 millas al este, estuvo más de dos horas atrapada en el tráfico y al llegar al refugio no le permitieron entrar, por lo que tuvo que pasar la noche en su vehículo, estacionado en un centro comercial.
Así lo hicieron miles de evacuados luego de que el albergue habilitado en los terrenos de la feria se reportara a su máxima capacidad.
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En la prensa se ha reportado que comunidades como Colusa, con una población de 5,000 habitantes, están siendo rebasadas por la llegada de miles de evacuados, quienes ya están mostrado preocupación por el estado de abandono en que dejaron sus viviendas.
La orden de evacuación para Oroville se emitió cuatro horas después de que las autoridades del Departamento de Recursos Hídricos de California (CWR) aseguraran en una conferencia de prensa, el domingo al mediodía, que no habría problemas.













