LOS ÁNGELES, California.- Las autoridades californianas se mostraron este miércoles optimistas sobre la situación de la represa Oroville después de la crisis vivida el domingo, cuando el exceso de agua causó su desbordamiento y la alarmante erosión del terreno junto a uno de los diques. Aquella situación causó una evacuación masiva. Más de 180,000 personas dejaron sus hogares en cuestión de horas. Ahora, la situación parece estar bajo control.
Sigue la alerta en la represa aunque “la próxima tormenta no es una amenaza”, según DWR
Comenzó a llover de nuevo sobre Oroville y las precipitaciones continuarán durante el fin de semana. Las autoridades aseguran que la estructura de la represa es estable.


“La represa está estable”, comentó el director del Departamento de Recursos Hídricos (DWR) de California, William Croyle, quien aseguró que los trabajos para garantizar la integridad de la represa han progresado mucho durante los últimos días y que la instalación está preparada para recibir el agua que dejen las próximas lluvias.
Tras dos días soleados, las precipitaciones han vuelto a hacer acto de presencia en esa zona, aunque con menos intensidad que hace una semana.
“La próxima tormenta no es una amenaza para el aliviadero de emergencia”, manifestó Croyle. El máximo responsable de DWR recordó que los mayores esfuerzos de su equipo están centrados en esa zona de la represa, la que ocasionó la alerta.
La crisis de la represa explicada en imágenes
El domingo el nivel de agua en Oroville superó los 900 pies de altura, el límite de la capacidad del embalse, por lo que la represa empezó a rebosar por encima del dique diseñado para permitir la salida de agua en caso de emergencia. Esa estructura nunca había sido usada para tal fin en los casi 50 años de vida de la reserva y el terreno junto al dique –una ladera de tierra, rocas y vegetación- comenzó a erosionarse a gran velocidad. Aparecieron grandes hoyos. Los técnicos creyeron que la inestabilidad del suelo podría dañar el dique y permitir una fuga repentina de una ola de 30 pies que tendría un impacto catastrófico en las comunidades del cauce del río Feather.
Desde el lunes casi un centenar de obreros trabajan en fortalecer la ladera junto al dique. La zona erosionada está siendo rellenada con piedras -1,200 toneladas de roca se transportan cada hora hacia la represa- y cemento durante una operación sin descansos. El resultado, de acuerdo con Croyle, es “increíble”.
Las autoridades permitieron que los miles de residentes evacuados regresaran a sus casas el martes. Pasó la emergencia, pero sigue la alerta.
Este miércoles por la mañana, de acuerdo con datos de DWR, el agua en la represa llegaba hasta los 878 pies de altura (22 pies por debajo del máximo) y seguía vaciándose a un ritmo de 8 pulgadas por hora. El objetivo es drenar la represa hasta los 850 pies de altura.
Oroville lleva desde el domingo soltando 100,000 pies cúbicos de agua por segundo (cfs) a través de su aliviadero principal (que está también dañado) y en estos momentos recibe 20,000 cfs. Durante las próximas tormentas se espera que el caudal de agua entrante suba hasta los 45,000 cfs, por lo que Croyle insistió en que la represa tiene capacidad para lidiar con el agua que llega sin que vuelva a rebosar por encima del dique.
El director de DWR incluso anticipó que próximamente podrían decidir rebajar el nivel de agua que sale de la represa para evitar un desgaste excesivo del sistema de salida de agua por las compuertas principales. La estructura está diseñada para tolerar un máximo de caudal de agua por las compuertas durante un tiempo determinado sin que pueda exponerse el sistema a una degradación.
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Más de 180,000 evacuados por emergencia en represa de Oroville pueden regresar a sus casas
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