Una protesta artística "borra" el muro fronterizo

Varios tramos de la cerca fronteriza entre México y Estados Unidos están siendo pintados de color azul como parte de una proyecto artístico que describen como acto de resistencia contra la violencia y la opresión.

Para crear una ilusión óptica que deje en claro que el cielo continúa más allá de la frontera y como un acto simbólico de resistencia contra la violencia y la opresión, un colectivo de artistas y voluntarios “borraron la frontera” entre México y Estados Unidos.

PUBLICIDAD

Se trata de un proyecto artístico a través del cual varios tramos de la cerca de fierro oxidado que divide a ambos países fueron pintados de azul cielo para crear la ilusión de que no existe ese "muro", el cual que ha sido tema de discordia en el actual ambiente político que se vive con la campaña de Donald Trump como aspirante del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos.

"Esos muros están hechos por humanos como una manera de dividir, para intentar hacer creer que alguien es menos importante y oprimir a otras razas e identidades, yo estoy tratando de hacer completamente lo opuesto, borrar esas barreras para podamos entendernos", mencionó Ana Teresa Fernández, la artista plástica que encabezó el proyecto original.

La idea de borrar la frontera inició en 2011, cuando Fernández visitó a esa esquina de Latinoamérica que es Tijuana y decidió para pintar los barrotes de metal que llegan al mar, en el extremo oeste del muro fronterizo.

“Borrando la frontera es una protesta política, pacífica y artística, una manera de eliminar ese símbolo de separación emocional y física, algo que nos está diviendo”, dijo Fernández en entrevista para Univisión Los Ángeles.

La impulsora del proyecto aseguró que muchas personas se acercaron hasta su obra convencidos de que, de repente, se habían desvanecido partes de la cerca fronteriza o que la estaban retirando.

“Me lo decían emocionados por la idea de no tener ese obstáculo entre dos países”, mencionó la artista, quien a manera de protesta y para no hacerle propaganda se rehusó a pronunciar el nombre del magnate que quiere ser presidente de Estados Unidos para construir su "muro".

PUBLICIDAD

Nacida en Tampico, Tamaulipas, Fernández emigró a la edad de 10 años a San Diego, California, y a los 20 se fue a estudiar a San Francisco, donde actualmente radica.

“Cuando me vine a estudiar trabajé en un café donde convivía con gente maya de Yucatán, con salvadoreños, guatemaltecos, y empecé a escuchar todas estas historias de la frontera y la polémica de la inmigración, de la travesía que hacen, que arriesgan su vida para llegar a este país por una vida mejor”, recordó.

Fue entonces que Fernández empezó a interesarse más en el tema y decidió crear este proyecto artístico: “Para que cuando la gente que viene de lejos, vea que el cielo continúa por encima de esa cerca”.

Juntan el cielo con la tierra

El trabajo que Ana Teresa Fernández hizo en Tijuana llamó la atención de Border/Arte, un colectivo de creadores artísticos en Arizona que en 2015 llevó el proyecto a Nogales y que el pasado 9 de abril se desarrolló en secciones de la valla fronteriza de Mexicali (Baja California-California), Agua Prieta (Sonora-Arizona) y Ciudad Juárez (Chihuahua-Texas).

El trabajo de “borrar la frontera” en esos tres puntos se llevó a cabo de manera simultánea y se transmitió en vivo a través de Periscope y redes sociales a San Francisco, Nueva York, Boston, Berlín, Viena y otras ciudades del mundo.

En Chihuahua participó Fernández en colaboración con organizaciones locales y familiares de las víctimas de los femenicidios.

En Agua Prieta la artista Jenea Sánchez estuvo a cargo asistida por el movimiento ArtWalk on G y la Casa de la Cultura.

PUBLICIDAD

Y en Mexicali el trabajo lo dirigió María Teresa Fernández (madre de Ana Teresa) junto con las organizaciones Ángeles de la Frontera y Los Jardínes de la Comunidad.